Los damnificados del sismo sobreviven a una doble miseria, la primera tras perderlo todo en el pasado sismo del 19 de septiembre, y la segunda infundada por el gobierno que otorga apoyos que casi de nada sirven, según testimonios.
Desde los primeros días del movimiento telúrico de 7.1 grados en la escala de Richter que azotó el centro y sur del país, la ciudadanía expresó que poco o nada confían en los partidos políticos y representantes gubernamentales, pero los que viven en escenario real, desde dormir en sus coches, acampar a las afueras de sus destruidos hogares y encontrar un espacio en un albergue juntos a cientos de personas desconocidas, manifestaron la falta de atenciones para mejorar su situación.
Desde el pasado 25 de septiembre, El Universal entrevistó a mil personas que expresaron la falta de respaldo de las autoridades. Según esa primera encuesta, el 31 por ciento detalló que la actuación del Gobierno federal durante el sismo fue mala, mientras que el 92 por ciento juzgó como muy buena la reacción de la ciudadanía para apoyar en los primeros momentos del caos.
Actividades recreativas en albergues de Morelos. *Foto: Reporte Indigo.
Otra encuesta del diario Reforma demostró que la mayoría de los afectados por el terremoto del 19 – S dicen recibir poco dinero y apoyo del gobierno de la Ciudad de México.
Recordemos que el pasado 25 de septiembre, el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, anunció que su administración ofrecerá una ayuda de 3 mil pesos mensuales para el pago de rentas durante tres meses.
88 por ciento de las personas damnificadas que fueron encuestadas afirmaron que el beneficio es insuficiente, mientras que el 73 por ciento opinó que ese dinero se utiliza para cubrir otra necesidad, menos la cubrir una renta cuando estos costos son demasiado elevados en la capital.
Albergues en la delegación Benito Juárez. *Foto: Twitter.
A través de la página de DatologiaReforma, el diario mexicano también logró reflejar que el 73 por ciento de los entrevistados siente un poco apoyo del gobierno de la capital, a comparación del 96 por ciento que afirmó que en ningún momento las autoridades capitalinas se acercaron a los sobrevivientes para ofrecer algún apoyo económico o crediticio para la reconstrucción de sus hogares.
Durante las entrevistas realizadas del 8 al 10 de octubre a un grupo de 392 damnificados, el 37 por ciento vive en albergues en las distintas delegaciones de la capital, a comparación del 63 por ciento que instalaron campamentos en la cercanía de sus hogares.
Datos duros y reales, pero el sentimiento e incertidumbre por perder la casa que tanto esfuerzo le costó a una familia es la imagen que debería quedar en la mente de los gobernantes, antes de tomar decisiones que puedan parecer cortas de mente.
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