¡Enhorabuena! Suecia aprobó este domingo una ley sobre consentimiento sexual digna de admirarse y replicarse en todo el mundo. La nueva minuta considera como violación cualquier acto sexual sin acuerdo explícito, incluso en ausencia de amenaza o violencia.
Antes de la aprobación de la ley, la violación es castigada en este país con seis años de prisión y diez si la víctima es menor. Y si este logro sucedió fue gracias al impacto que provocó el movimiento #MeToo en el país, una lucha que busca visibilizar y señalar los casos de acoso y abuso sexual para que dejen de normalizarse dentro de la sociedad.
¿Qué dice la ley?
El texto sentencia que una persona es culpable de violación si lleva a cabo un acto sexual con otra persona que no haya participado libremente en él. Antes, se hablaba jurídicamente de violación solamente si el acto sexual estaba acompañado por violencia o si se realizaba bajo amenaza.
“No hay en absoluto ninguna exigencia de decir sí formalmente, de apretar un botón en una aplicación o de algo parecido. Simplemente participar físicamente es ya una señal de consentimiento” dice a la agencia local TT una jueza que participó en la elaboración de la ley, Anna Hannell.
Antes, el gobierno de Suecia solamente consideraba “violación” a un acto sexual acompañado por violencia o si se realizaba bajo la amenaza. (Foto: Cadena SER)
¿Cómo confirmarán el consentimiento?
Los tribunales estarán atentos a que “el consentimiento sea expresado con palabras, gestos o de otra manera”, elementos sobre los que los jueces deberán dictaminar.
La ley, adoptada a fines de mayo gracias a una mayoría socialdemócrata y ecologista, es muy criticada por la orden de abogados y el Consejo de las Leyes, pues hay muchas interrogantes sin resolver sobre su implementación. Para este órgano, por ejemplo, la nueva ley obligará a una evaluación arbitraria por parte del tribunal sobre la existencia o no de un consentimiento.
¿Cuál es el contexto?
El objetivo de la ley es cambiar los comportamientos en un país donde la igualdad hombres-mujeres es considerada como una de las más exitosas en el mundo. “La legislación es normativa. Envía una señal. Los adultos deben tener el valor de conversar con los más jóvenes sobre lo que es el consentimiento”, afirma la radio pública SR Emil Gustavsson, de la organización “Hombres por la patria”.
En otoño en Suecia, más de 10.000 mujeres de todos los medios profesionales, tomaron la palabra para luchar contra el acoso.
Aunado a eso, la campaña #MeToo generada por una sucesión de acusaciones contra el magnate de Hollywood Harvey Weinstein conmocionó todos los estratos de la sociedad sueca.
La ley estuvo fuertemente influenciada por el movimiento #MeToo en el país, que lucha por dejar de normalizar al abuso y al acoso sexual dentro de la sociedad. (Foto: Cultura Colectiva News)
“#MeToo cambia los comportamientos y la gente comprende hasta qué punto está extendida la violencia sexual” dice a la AFP Ida Östensson, que creó la fundación Make Equal que milita por esta nueva ley desde 2013. Según ella, han cambiado las mentalidades pero es necesaria “tener al fin una legislación que proteja la integridad física y sexual”.
De acuerdo con las estadísticas más recientes, en 2017 más de 7.000 querellas por violación fueron interpuestas en Suecia, 10% más que el año anterior.
*Con información de AFP.
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