La tortura es la marca personal de los métodos de sacrificio medievales implementados en los rastros mexicanos. Los carniceros-exterminadores se toman muy en serio su papel de verdugos y tienen diversas opciones para matar a los animales, que generalmente esperan a la muerte colgados de una sola pata, con la vida suficiente para darse cuenta de que les queda poca y de que el líquido cálido que les escurre por el cuerpo es su propia sangre.
Antes del bramido final, los empleados de dichos centros debieron elegir entre someter a las criaturas a choques eléctricos o apuñalarlos en puntos estratégicos de sus cuerpos. Las vacas y los cerdos se ahogan en su sangre, mezclada con el vómito empujado por el dolor y las convulsiones en el abdomen y pecho.
Hace seis meses, la organización Mercy for Animals difundió una serie de videos que exponían la masacre y tortura a la que eran sometidos cerdos y vacas en al menos 21 rastros de 10 municipios mexicanos, denuncia que sirvió para que el Congreso de la Unión presentara el primer proyecto de Ley para criminalizar el asesinato de animales sin que estén previamente insensibilizados.
*Advertencia: imágenes sensibles.
Sin embargo, y a pesar del llamado de atención que provocó la indignación de grupos defensores de animales y la sociedad civil en general, la organización denuncia a través de un video inédito que no sólo persisten esas prácticas crueles, sino que en algunos rastros se han vuelto más sanguinarias y descaradas.
Ahora, los videos muestran a las vacas atadas, sometidas completamente, mientras las apuñalan en la nuca y a los cerdos chillando de dolor antes de ser degollados. Siguen conscientes, no fueron insensibilizados.
La vicepresidenta de Mercy for Animals dijo para Sin Embargo que tras esos hallazgos, que además de todo debieron hacerse con cámaras ocultas, podrían lograr que finalmente la crueldad animal en los rastros se considere como delito en todo el territorio nacional.
Y por si fuera poco, los gobiernos se relacionan directamente con la supervisión de los rastros, pues de los 152 mil registrados en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el 80 por ciento dependen directamente de la administración pública y son “vigilados” por los municipios.
Es por eso que resulta imperativo que se tomen medidas de inmediato y que se promulguen leyes mucho más estrictas para erradicar la masacre. El próximo 14 de septiembre se presentará una iniciativa para modificar la Ley Federal de Sanidad Animal, al cual pretende que en los rastros ya no pueda existir esa crueldad.
Si quieres formar parte de esa iniciativa y presionar a nuestro gobierno para que se apruebe la ley que criminaliza el asesinato de animales cuando aún siguen conscientes, puedes firmar en este enlace.