“When Mexico sends its people, they’re not sending their best. (…) They’re bringing drugs. They’re bringing crime. They’re rapists. And some, I assume, are good people.”
-Donald Trump
Discursos de odio que van en contra de la tolerancia y que son un peligro para los jóvenes tan propensos a empaparse de una ideología retrograda han existido siempre. Las palabras del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos es un ejemplo, pero podemos encontrar muchos, como el de la película “American History X” en la que el ideal neonazi se propaga en adolescentes estadounidenses rápidamente. México lidia con esos problemas de otra forma, pues sabemos que Trump es un peligro que no conoce la realidad de lo que para él es la otredad, lamentablemente muchos mexicanos son una especie de Trump, llenos de prejuicios estúpidos que no permiten el verdadero progreso social.
El mal mexicano está tan arraigado en nuestra cultura, que algunos lo consideran una tradición que no debe morir. Así como el chocolate y el maíz, hay quienes consideran al machismo algo digno de cuidar y peor, cultivar en las nuevas generaciones. Así actúan los padres en contra de la supuesta “ideología de género” que creen que la SEP busca sembrar en sus hijos.
“Una cosa es educar en el respeto y la no discriminación hacia las minorías, y otra muy distinta es fomentar el homosexualismo, el lesbianismo y el transexualismo en los salones de clase, que es lo que realmente está haciendo Aurelio Nuño con su mal llamada reforma educativa”
Ésas son las palabras de Rubén Rebolledo, vocero de Red Familia, una organización que representa a más de mil organizaciones de padres de familia. Esas palabras son una súplica para que a los niños no se les dé una educación sexual actualizada. Hablando por miles de padres, Rubén Rebolledo asegura que mostrar a los niños que existen distintas formas de pensar y vivir es un error, pues son muy pequeños para exponerse a tales cosas. Irónico que critiquen a extranjeros con discursos de odio y al mismo tiempo jueguen con una doble moral que se esconde bajo la famosa frase: “No tengo nada en contra de ellos pero…”.
¿Es posible rastrear esa doble moral? El problema es enorme, pero después de una marcha a nivel nacional cuyos integrantes promovieron ideas contradictorias a los valores de la religión católica, tal vez su casa debería darse cuenta de la responsabilidad que carga. Amor, la base fundamental de las enseñanzas de cualquier religión, es contra lo que lucha la Iglesia y sus seguidores en el siglo XXI. Los nuevos libros de la SEP buscan fomentar la tolerancia, la inclusión y un avance en las normas sociales, que son mutables de acuerdo con el panorama mundial y local. Los simpatizantes del conservadurismo bajo la bandera de la intolerancia recurren a la naturaleza a favor de privar a los jóvenes del conocimiento. Sin embargo, tal como lo dice Jesús Silva-Herzog:
“¿Debemos olvidar que durante muchos siglos se creyó que la esclavitud era producto de la naturaleza? Institución natural, la llamaban. Para los defensores de esa convicción, era un acto de soberbia el someter este arreglo al juicio de la razón. Cuando los creyentes sentencian que una norma es producto del diseño divino (o, lo que es lo mismo, del dictado de la naturaleza) nos exigen de inmediato acatamiento y silencio”.
“Siervos, estad sujetos a vuestros amos con todo respeto, no sólo a los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables”.
-Pedro 2:18
2 mil años de tradición que se niega a cambiar, mínima apertura ante las críticas, un séquito global que alienta prácticas contrarias a su ideología. La “ideología de género” contra la que los padres de familia luchan, se apoya en arcaicos fundamentos que son retrógradas y peligrosos. La Biblia es su escudo, un libro metafórico y simbólico que no todos han leído. Con el desconocimiento como arma, la Iglesia les traduce los textos que consideran pertinentes. Así, aunque el primordial discurso sea la búsqueda del bien como hermanos, los hombres en sotanas dicen que el problema en la sociedad es el amor.
“Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón. Porque tampoco el varón fue criado por causa de la mujer, sino de la mujer por causa del varón”.
-Corintios 11:8-9
La Biblia, en ciertos pasajes, muestra clausulas en las que está bien violar a una mujer, matar infantes o cortar extremidades. Que estos padres de familia usen un discurso religioso para justificarse, lo transforma en uno de odio, pues lejos de apelar a la Biblia completa, extraen lo que consideran necesario.
“Resulta perverso que a niños de cuatro o cinco años la SEP les esté metiendo estas ideas en la cabeza. A esa edad sus mentes son muy moldeables. Esto también provoca desequilibrios emocionales y, claro, un incremento en los embarazos entre niñas adolescentes, porque continuamente les estás hablando de sexo y más sexo, a pesar de que se les recomienda usar condón.”
Rebolledo ataca al amor, a la inclusión y a la educación justificando sin querer aceptar una verdad. La información es un arma, la educación sexual no promueve el embarazo ni alienta al aborto; en realidad expone datos científicos y sociales que deben ser tomados en cuenta. Las faldas son una construcción histórica ligada a las mujeres, con el tiempo eso ha cambiado, hoy hay muchos hombres que optan por usar la ropa que más les guste y eso no debe ligarse a una identidad sexual.
Una prenda no debería ser motivo de escándalo en un país con problemas de violencia, machismo, feminicidios, sexismo y más. La noción de amar a tu prójimo viene del hombre que la Iglesia, vocera intelectual de la Red Familia, usa de estandarte, tal vez es momento de realmente escucharlo.