“Everything has its beauty but not everyone sees it”.
Andy Warhol
Las pinturas que seguramente has visto alguna vez, o de las que probablemente has escuchado hablar, tienen un secreto en su historia. Expresan dolor y sufrimiento, o en algunos casos todo lo contrario; cada una de estas obras se convirtió en reflejo de la época en la que fueron creadas y nos muestran la forma de ver el mundo de los autores.
Muchas de las más famosas obras de arte se vuelven así de populares por todo lo que traen consigo; por ejemplo, el comienzo o final de una era, las alianzas de países o guerras, los paisajes y la belleza que muestran y, por supuesto, el estado emocional del autor. Ciertamente, hay obras que expresan más que otras —y claro, dependerá del ojo subjetivo del espectador—, pero sin duda es admirable el esfuerzo, la dedicación y el talento demostrado en todas ellas.
A continuación, te presentamos 10 de las obras más conocidas que guardan un secreto.
1. El beso, Gustav Klimt
En 1907, Klimt atravesó un período de pánico creativo. Se dice que pintaba con furia y dudaba de su trabajo. Incluso confesó en una carta: “o soy demasiado viejo o demasiado nervioso o demasiado estúpido, algo debe estar mal”.
2. El Guernica, Pablo Picasso
El pintor se inspiró en un artículo del Times titulado “La tragedia de Guernica” escrito por George Steer y publicado el 27 de abril 1937. En él se muestra cómo bombas lanzadas por la Legión Cóndor sobre Guernica arrasaron con ella el 26 de abril de 1937. La ira fue lo que inspiró a Picasso a crear esta obra historica.
3. La noche estrellada, Vincent van Gogh
En homenaje al pintor, el cantante Josh Groban escribió una canción titulada “Starry Starry Night/Vincent” en la que explica sus sentimientos hacia Van Gogh:
“Y cuando no hay esperanza que quede a la vista en esa noche estrellada en la que tomó su vida, como algunos amantes; pero yo podría haber dicho: Vicente, este mundo nunca fue hecho para alguien tan hermoso como tú”.
4. La persistencia de la memoria, Salvador Dalí
La crítica de arte Dawn Ades señaló que “los relojes suaves son un símbolo inconsciente de la relatividad del espacio y el tiempo”, por lo que se cree que esta obra es respuesta a la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein.
5. La última cena, Leonardo Da Vinci
En esta pintura se observa que Jesús no tiene pies; sin embargo, Leonardo sí se los pintó. Se dice que en 1650, aproximadamente, a alguien se le ocurrió que en esa pared debería haber una puerta y como resultado se llevó los pies de Jesús. Actualmente, se hacen burlas de este hecho agradeciendo que esta persona no haya puesto una ventana.
6. Las meninas, Diego Velázquez
En la obra, Velázquez lleva puesta la cruz de Santiago, aunque no fue nombrado caballero de la Orden de Santiago hasta 1660, y esta obra fue pintada en 1656. Se dice que fue el rey Felipe IV quien en agradecimiento por todo lo que Velázquez había hecho por él, pintó el título que le había otorgado y así quedó plasmado para la posteridad.
7. La ronda nocturna, Rembrandt
El nombre que originalmente le puso Rembrandt a esta pintura fue “La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willen van Ruytenburg“.
8. El grito, Edvard Munch
Las máscaras de los asesinos de la saga slasher de terror Scream están inspiradas en esta obra.
9. Gótico americano, Grant Wood
El pintor le dijo a su dentista Byron McKeeby: “me gusta su rostro, está compuesto por líneas largas y rectas”; así que posteriormente McKeeby se convirtió en el modelo para el campesino que aparece en la obra.
10. El jardín de las delicias, El Bosco
La pintura cuenta con animales reales y fantásticos, plantas y frutos de tamaño igual o mayor que los seres humanos.
11. La Mona Lisa, Leonardo da Vinci
Cómo olvidar a la pintura más famosa de la historia. Una de las mayores preguntas sobre esta obra es quién es la protagonista. Algunos dicen que es Lisa Gherardini, una dama florentina casada con Francesco del Giocondo, banquero napolitano. También se habla sobre la posibilidad de que fuera la española Constanza de Ávalos. Pero lo anteior no es la única curiosidad que gira alrededor de la obra; otra de sus peculiaridades es que no tiene ni cejas ni pestañas, aunque parezca raro, antes era costumbre entre las damas florentinas depilarse todo el vello de la cara.
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