La comunidad literaria quedó petrificada y asombrada al enterarse que Bob Dylan sería el recipiente del Premio de Nobel de Literatura 2016. Mientras algunos estaban en contra señalando que el músico sólo escribía canciones populares, rimas simples y que eso no podía ser considerado literatura, con el discurso de introducción en la entrega de los reconocimientos se justificó con múltiples razones la inclusión del cantautor con nombres como los de Ernest Hemingway, William B. Yeats y Gabriela Mistral.
La principal fue: “por crear nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción norteamericana”.
Dylan encontró maneras frescas de mantener una antigua costumbre lírica clásica y fantástica; la tradujo dentro de la música pop, rock y folk.
De la misma forma que algunos críticos mostraron reticencia a la premiación del músico, otros aún piensan que la novela gráfica no tiene la misma validez que una obra literaria tradicional. No obstante, gracias a autores como Alan Moore y otros revolucionarios del género, los trabajos ilustrados ganan mayor credibilidad, en especial por tratar con historias mucho más elaboradas que las que se creaban hace más de 40 años. Y así como Dylan transformó la canción en literatura, en el futuro podríamos esperar que un autor de cómics sea galardonado con Nobel similar.
El siguiente listado, que incluye más obras de Alan Moore además de Watchmen, presenta al mundo desde diferentes perspectivas que muestran una decadencia latente. También podrían ser trabajos precursores que impulsen a la novela gráfica como un género más digno de ser considerado literatura.
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“A Small Killing” – Alan Moore
Publicada en 1991 e ilustrada por el argentino Oscar Zárate, es una de las obras independientes de Moore y distintas editoriales lo pusieron a la venta. Cómic sencillo que tiene distintas capas psicológicas que nos hacen releerlo hasta el cansancio. La historia se adentra en la mente de un ejecutivo de marketing que busca inspiración. Es una crítica de la cultura de los 80 y el asco que percibía Moore dentro de la pretensión y vanidad de una de las décadas con pensamiento más banal en la historia.
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“American Splendor” – Harvey Pekar
Nada más decadente que la mente humana en una vida promedio aburrida donde los únicos placeres salen de los discos de jazz. Harvey Pekar era un hombre cualquiera que trabajaba en una dependencia del gobierno como archivista y a partir de su experiencia creó un cómic. No es más que una compilación de encuentros y observaciones amargas de la vida, pero entre tanta basura, Pekar también hace luz de las maravillas y rarezas que nos motivan a seguir con vida en este planeta.
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“Batman: The Killing Joke” – Alan Moore
Otros de los cómics de Alan Moore que llevaron a la novela ilustrada a un paso más complejo con el personaje más amado de la actualidad: Batman. Es una historia perturbadora que nos estremece hasta los huesos y vemos finalmente a Joker como el enfermo psicópata que jamás dejará de atormentar a Bruce Wayne. Héroe y villano se quiebran en esta increíble obra de decadencia humana.
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“The True Lives of the Fabulous Killjoys” – Gerard Way
Gerard Way apunta a historias apocalípticas con un brillo de esperanza que exhorta a continuar a sus personajes incluso cuando todo parece perdido. “Killjoys” es su segunda incursión como escritor de cómics y es una épica protagonizada por jóvenes héroes que luchan contra una corporación que le quita la individualidad a todos los ciudadanos. Es una fuerte crítica sobre liberación de pensamiento y representa un futuro al que muchos tememos.
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“Promethea” – Alan Moore
Vida después de la muerte, espiritualidad, misticismo una serie de cuestionamientos ante nuestra absurda existencia abundan en esta fantástica novela gráfica de Alan Moore. El trabajo, que comenzó a publicarse en 1999 y terminó en 2005, cuenta la historia de Sophie Bangs, una estudiante universitaria de Nueva York que encarna a un ser poderoso llamado Promethea cuya tarea es traer el fin del mundo. La mujer representa la dualidad humana y debe decidir si es necesario terminar con la vida en el universo.
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“Saga” – Brian K. Vaughan
“Saga” es una de las mejores obras ilustradas de toda la historia. Creada por Brian K. Vaughan con fuertes influencias de Star Wars, presenta a un matrimonio bajo diferentes narrativas. La pareja vive en constante escape de la guerra galáctica para proteger a su hija. A pesar de que presenta los aspectos decadentes de todas las sociedades, muestra un futuro más brillante. Aún continúa publicándose.
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“The Umbrella Academy” – Gerard Way
En un aspecto similar a “Watchmen”, el debut de Gerard Way presenta a un equipo de héroes después de haber trabajado juntos. Un grupo de huérfanos con superpoderes son adoptados por un genio, pero el tiempo desgasta su relación y justo cuando el apocalípsis llega a la puerta, todos deben considerar si es necesario salvar al mundo.
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“Old Man Logan” – Mark Millar
Probablemente uno de los cómics más oscuros en la historia de Marvel. En “Old Man Logan”, encontramos a Wolverine más violento que nunca en un futuro donde casi todos los mutantes han sido asesinados y los villanos dominan el mundo. La decadencia mostrada toma prestados elementos de obras más complejas y crea una historia única, donde se analiza el existencialismo de los superhéroes al enfrentarse a la muerte y a la soledad.
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“The Sandman” – Neil Gaiman
Norman Mailer llamó este trabajo “una tira cómica para intelectuales” y aunque lo describió de manera muy simple, es uno de los cómics más complejos de todos los tiempos. Duró cuatro años publicándose y cuenta la historia del Sueño de los Eternos, un ente metafísico con características humanas que aprende que el cambio es inevitable y que todo tiene un tiempo de decadencia. El cómic mezcla mitología con terror y fue escrito por Neil Gaiman, para muchos considerado el sucesor de Alan Moore por sus increíbles novelas gráficas.
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Bob Dylan fue criticado así como las novelas gráficas aún son juzgadas por los autoproclamados expertos en literatura. El músico cambió paradigmas y transformó el arte para adaptarlo, creando una belleza incomparable. Los cómics de esta lista podrían considerarse como obras maravillosas y sin duda tienen la misma validez que cualquier otro trabajo literario de Hemingway o hasta Shakespeare. No sería inusual encontrar más genialidad compleja entre los dibujos en un futuro muy cercano y quizá después, un premio Nobel.
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