¿Alguna vez has pensado cómo quisieras que fuera tu tumba?Puede parecer un tanto macabro y hasta precipitado pensar cómo debería ser la tumba personal o cuál debería ser el epitafio que la acompañe —aunque cabe mencionar que pensar en ello y sus costos puede ser una buena decisión económica—, sin embargo, algunos de estos artistas no sólo lo pensaron con antelación, algunos incluso diseñaron sus propias tumbas en espera del fin de su existencia.
Más allá de adelantarse y contemplar su lugar de descanso eterno, lo que artistas como Rodin, Warhol y hasta Botticelli tienen en común es que sus tumbas son un tanto fuera de lo común por no llamarles extrañas, conócelas:
Frida Kahlo
Es necesario comenzar con la artista mexicana que es amada u odiada y cuya imagen ha evolucionado en una marca por sí misma. Frida falleció un 13 de julio de 1954 y tras su muerte sus cenizas fueron colocadas en una urna con forma de sapo y en la que la influencia prehispánica es clara. Eso no es todo, antes de su muerte, Kahlo también pidió que sus cenizas se mantuvieran en la Casa Azul, lugar en el que aún puedes encontrarlas y visitarlas.
Auguste Rodin
Rodin es uno de los escultores más reconocidos en la historia del arte y tras su muerte un 17 de noviembre de 1917 él pidió ser enterrado junto a su esposa Rose Beuret, quien falleció semanas después de su matrimonio. Ella fue enterrada en su hogar en Meudon, Francia y Rodin creó una réplica más pequeña de El pensador sobre su tumba. Ahora Rodin descansa bajo su propia creación y junto a su amada.
Foto: Wikimedia Commons
Antonio Canova
Si el nombre de este escultor no se te hace tan conocido, no te preocupes, su fama ha disminuido, aunque no por ello su talento o su importancia en la Historia del Arte. El artista vivió durante la segunda mitad del siglo XVIII y falleció un 13 de octubre de 1822. Actualmente su tumba es casi un monumento a su obra pues fue realizada por un grupo de estudiantes quienes se inspiraron en el proyecto que su maestro tenía para la tumba de Tiziano, la cual no pudo completar debido a la caída de la República de Venecia y por lo tanto la falta de recursos y un patrocinio.
El resultado de la obra de sus estudiantes es una gran estructura piramidal con una serie de estatuas a su alrededor que tan sólo resguarda su corazón.
Foto: Wikimedia Commons.
Tiziano
Hablando de Tiziano, es imposible no hablar de su tumba. Si bien Canova fue el primero en ser comisionado en realizar la tumba de este gran pintor que falleció un 27 de agosto de 1576, finalmente el mausoleo sería realizado por Pietro Zandomeneghi (quien fue discípulo de Canova). Tiziano pidió ser enterrado en la Basílica de Santa María dei Frari y sus restos reposan justo en este mausoleo. Al centro de éste es posible observar la figura de Tiziano y las dos figuras a sus costados representan la naturaleza universal y el espíritu del conocimiento.
Foto: Basilica dei Fari.
Miguel Ángel
El artista falleció un 18 de febrero de 1564 cerrando así una vida repleta de la creación de grandes obras maestras que día a día son visitadas por miles de turistas del mundo. Aunque el artista murió en Roma, su cuerpo fue llevado a Florencia y enterrado en una gran tumba en la Basílica de la de Santa Cruz y diseñada en parte por Giorgio Vasari. Esta tumba cuenta con tres coronas entrelazadas, mismas que pretenden representar las tres disciplinas más destacadas de Miguel Ángel: la pintura, escultura y la arquitectura; las tres disciplinas también son representadas a través de tres musas que se muestran de luto. Además, estas coronas también fueron el logo o imagen de la Academia de Arte y diseño que Cosimo I de Medici (quien comisionó a Vasari para la creación de la tumba) inauguró en 1563. Cuenta la historia que Vasari se inspiró en los tres círculos que el propio Miguel Ángel realizó sobre el mármol de la tumba del Papa Julio II.
Foto: Wikimedia Commons.
Botticelli
Sandro Botticelli perdió la vida un 17 de mayo de 1510, las condiciones en las que falleció son desconocidas, algunos creen que al fin de su vida se encontraba empobrecido, aunque otros mencionan que llevó una vida próspera y que su producción y comisiones disminuyeron, tal vez, por una enfermedad. Pero de lo que hay certeza es que fue enterrado en la Iglesia de Ognissanti, en Florencia, el mismo sitio en el que Simonetta Vespucci había sido enterrada. Cuenta la historia que la inspiración para la Venus de Botticelli era Vespucci, de quien estuvo enamorado y por lo cual pidió que tras su muerte fuera enterrado bajo sus pies. Si bien el diseño de esta no es poco inusual, el sitio que eligió, sí que lo es.
Foto: Wikimedia Commons
Andy Warhol
Contrario a su producción artística o la imagen que este artista se creó la lápida de la tumba de Warhol luce bastante común para muchos, haciéndola en el proceso un tanto inusual. El pintor fue enterrado tras morir el 22 de febrero de 1987 junto a sus padres y la lápida no muestra ningún epitafio… aunque ésta cuenta con una transmisión en vivo de 24 horas que puedes ver aquí.
Foto: FindAGrave
Patricia Cronin
A diferencia de otros de esta lista, Cronin aún no fallece, sin embargo, la artista ya tiene listo su lugar de descanso. Su tumba cuenta con una versión en bronce de Memorial to a Marriage de 2002 (en su versión en mármol) que muestra a la artista con su esposa, Deborah Kass, en un abrazo.
Foto: Woodlawn Cementery, Bronx, Nueva York. 23 de noviembre, 2002 – Eternity. / Patricia Cronin
Sin duda, estos no son los únicos artistas que tienen lugares poco inusuales para su descanso, o los que tuvieron algunas de las ideas más irreverentes o crípticas para sus lápidas, como es el caso de Duchamp, cuyo epitafio es «Además, son los otros los que siempre mueren».
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