El pasado miércoles 12 de noviembre por la noche, se celebró en la casa americana de subastas Christie’s de Nueva York, la subasta más cara de la historia. El tema de ésta fue el arte de posguerra y contemporáneo, y en tan solo unas horas recaudó nada menos que 852,887,000 dólares; la cifra más alta de la historia recaudada en una subasta.
Imagen de Daily Mail
En la venta participaron obras de instituciones públicas reconocidas y también de colecciones privadas. Las batallas se volvieron duras entre los pujadores interesados en adquirir los objetos de lujo, y muchas obras rompieron récord en precio pagado por pieza.
Entre las obras más cotizadas de la noche, dos de Warhol: “Cuatro Marlon”, realizada en el año 1966, que se vendió en 69,6 millones, y “Triple Elvis” (1963), comprada por 81,9 millones de dólares. Con ello, Warhol se consolidó como el favorito de los grandes coleccionistas y el más cotizado de la noche. Ambas obras, de casi 2.1 metros cada una, habían sido adquiridas en el año 1970 por la compañía de casinos alemana WestSpiel. La protagonizada por Elvis, de pintura plateada y tinta, una de las 22 versiones que realizó el artista sobre el rey del rock, se la llevó un comprador europeo anónimo por vía telefónica.
La obra de Brando, que nos muestra al mítico y apuesto actor montando una motocicleta y vistiendo una chaqueta de cuero, es otra de las repeticiones que caracterizan el legado de Warhol y el Arte Pop. Vemos esta tendencia que no pasa de moda.
También se subastaron las obras de Willem de Kooning, Jeff Koons, Cy Twombly y Ed Ruscha; obras que también rompieron el récord en precio alcanzado por pieza. “Sin título” de Cy Twombly, presentada por primera vez en el mercado, se vendió por 69,6 millones de dólares, y la obra de Kooning “Clamdigger” del año 1972 y que había permanecido siempre en la colección del artista, se vendió por 29,2 millones de dólares; récord nuevo para las esculturas vendidas de este artista.
Sin título de Cy Twombly
Clamdigger de Kooning
Esta escultura de bronce de tamaño natural permaneció aproximademente cuatro décadas en la entrada del estudio del artista en Long Island. El artista se inspiró en los recolectores de ostras para realizarla, ya que los observaba todos los días en la playa. La escultura fue puesta a la venta por las nietas de Kooning, las herederas de la obra desde que en 2012 falleció su madre, Lisa de Kooning, hija del artista.El “Ballon Monkey Orange” de Koons, estuvo expuesto fuera de la sede de Christie’s en Nuveva York. Esta escultura de gran formato no se quedó atrás en el proceso; se vendió en 25,9 millones de dólares.