Estás en una reunión con tus amigos tomando unas chelas y típico, entrada la peda nunca falta el cuate morboso que quiere escuchar los relatos sexuales de los demás. “El fin de semana pasado lo hice ocho veces seguidas con mi ligue del antro” seguramente presumirá alguien, mientras que tu mejor amiga cuenta cómo su ex la hacía tener orgasmos de infarto y tu brother el insufrible contará su agonía con los condones porque “le aprietan” (no Pedro, querer lucirte fingiendo que tu pene es el más grande de la sala no te hace especial).
Cuando hablamos de sexo, a todo mundo nos gusta contar la parte excitante, nuestras mejores noches o los ligues más sensuales con los que nos hemos enrollado. Pero la realidad es que el sexo, por más que lo idealicemos como un momento perfecto, no está exento de situaciones embarazosas, inesperadas y hasta cómicas. De hecho, es justo eso lo que lo hace más interesante y entretenido, haciendo que vivas tus #SentidosAFull. Para eliminar tabúes y comenzar a hablar las cosas como son, reunimos algunas situaciones que probablemente tú también has vivido al usar condón:
1. Fallar en el intento
Existe un refrán que dice “echando a perder se aprende” y la prima de una amiga comprobó durante su primera vez que esto es muy real. Después de planear por varias semanas la despedida de su virginidad el momento llegó una noche de sábado. Entre luz tenue y cobijas de adolescente, el nerviosismo traicionó al pobre de su ex novio haciendo que la torpeza se apoderara de su cuerpo; abrió el primer condón y lo puso al revés, cuando sacó el segundo su mente ya no carburaba lo suficiente para lograr colocarlo bien, ni siquiera al tercer intento. Para él, la cuarta fue la vencida y aunque para ella ya había muerto toda excitación decidió darle una oportunidad, así fue como los siguientes cuatro minutos de pasión se convirtieron en su primer encuentro sexual y ahora el güey en su mejor amigo.
2. Que no esté donde debería
Ahora lo ves, ahora ya no… ésta es la historia paranormal que vivió un amigo que lo creas o no, es bastante experimentado. Una amiga suya y él mantenían encuentros con frecuencia, por lo que un día saliendo de la universidad se vieron para hacer lo suyo. Todo había transcurrido con normalidad, pero una vez que terminaron se dieron cuenta de que el condón no estaba. Primero hubo reclamos porque ella pensaba que se lo había quitado, pero después de buscarlo arduamente el globito no apareció por ningún lado.
Horas más tarde ella lo llamó para darle la buena noticia, el pequeño amigo extraviado había emergido… de adentro de ella; por extraño que esto fue, decidieron que definitivamente fue mejor dar a luz al condón desaparecido que a un bebé. Desde entonces entendieron por qué se hace tanto énfasis cuando te dicen que siempre te salgas cuando todavía estás erecto agarrando el condón desde la base.
3. Que no te aguante el ritmo
Una ruptura nunca es una buena noticia y no solamente cuando se trata de una relación. Otro de mis amigos vivió una verdadera mala racha cuando decidió pasar una larga tarde de pasión con su novia. Todo pintaba para que pasaran horas y horas de diversión mientras le ponían Jorge al niño, hasta que en un cambio de posición se dio cuenta que el condón se había roto. Pero no dejó que esto matara la pasión y como buen soldado se lo cambió por otro para continuar la batalla. Para su infortunio, una vez que se salió vio que éste también se había roto; quizá no fue mala suerte sino mala técnica. Lo único que podía pensar en el momento fue “lo bueno es que no me vine dentro”, mientras que su novia le advirtió que si no practicaba y eso volvía a suceder, ya no volverían a jugar a hundir el Titanic. Desde entonces jamás olvida eliminar el aire cuando se lo pone.
4. Que no te quede el saco
¿Has visto cómo luce una manopla de baseball cuando te la pones? Sí, enorme mientras tu mano nada en su interior. Una escena así fue la que presenció una amiga cuando decidió reencontrarse con su ex de la prepa para mojar la brocha. Digamos que al cuate no le quedó el saco, ni el condón. Ella ansiaba este encuentro pues cuando eran novios nunca tuvieron sexo porque aún no se sentían preparados, pero el amigo y su falta de detalle en buscar la talla de condones le dejó ver que él aún lo estaba. Que le quedara grande el condón no ocasionó gran problema, pero definitivamente no fue la experiencia más placentera para ninguno. Ahí radica la importancia de buscar entre la variedad de condones existentes el que te quede como anillo al dedo, es por el bien –y placer– de ambos.
5. Tener que correr antes de correrte
Ya habían pasado tres meses desde la última vez que otro amigo había tenido sexo, así que estaba que arañaba las paredes. Finalmente un viernes de antro logró ligar con la prima de otro amigo y el resto fue historia. Ambos decidieron irse al depa de él para hacer de todo, pero al llegar mi amigo se dio cuenta que había olvidado un detalle muy importante, comprar condones. Ella prudentemente le dijo que no haría nada sin protección –como debe ser– por lo que él salió corriendo a la farmacia por su kit de placer.
Para su mala suerte, cuando regresó sus roomies habían llegado y estaban platicando muy a gusto con su ligue, no le quedó mas que quedarse a convivir con ellos y después de un rato ella partió dejándolo solo y derrotado. Evita que esto te siga sucediendo y siempre carga contigo un condón, solamente no lo traigas en tu cartera, por favor.
El sexo real está lleno de cómicas y sorprendentes anécdotas. A diferencia de lo que vemos en las películas los inconvenientes existen, pero recuerda, no pasa nada. El chiste es estar preparado y disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida con los #SentidosAFull. A ti, ¿qué otra situación te ha sucedido? Cuéntalo, #QueNoTeDePena.