“Si te sientes solo en soledad, estás en mala compañía”. Con esta frase el filósofo francés Jean-Paul Sartre nos arroja una sentencia: si no sabes estar contigo mismo nunca serás feliz con alguien más. Vivimos un momento en el que el amor parece desechable; enamorarse es fácil, pasarla bien es fácil, encontrar compañía es fácil. Lo difícil es que esa compañía se convierta en algo significativo, y que el otro no sea simplemente un parche para aliviar nuestros vacíos personales. Construir una relación verdadera no es tarea sencilla; sincronizar el cuerpo, la mente y las emociones es lo que verdaderamente hace de las relaciones de pareja una práctica de respeto, amor y tolerancia. No muchos están dispuestos a embarcarse en esta misión, a veces resulta más simple cubrir temporalmente nuestra necesidad de compañía con una relación inmediata y superficial. Este ciclo de consumir relaciones una tras otra —sin dar tregua para aprender a estar solo— puede generar una adicción al “amor”, ¿quién no conoce a alguien que en cuanto termina una relación comienza la búsqueda de otra inmediatamente?
Aunado a lo anterior, la presión que ejerce una sociedad basada en el modelo de familia puede ser demasiado para los solitarios. Si uno no encuentra el amor es inmediatamente etiquetado como un “quedado”; si alguien decide terminar una relación en la que no se siente cómodo, recibe comentarios como “se te va a ir el último tren”. Pero hay un punto que es fundamental recordar: buscar tu bienestar nunca será la decisión incorrecta.
No te sientas mal ni quieras acelerar nada. “Encontrar el amor” no se trata de estar en una búsqueda constante, sino que se trata de fluir, conocerte, amarte y saber identificar a esa persona con la que estás dispuesto a jugar, aprender, tolerar y compartir. Pero cuidado, el mejor momento para que esa persona llegue a tu vida es cuando te amas, cuando eres feliz contigo mismo, cuando no tienes una necesidad de estar con alguien sólo porque te sientes solo.
Existe una infinidad de guías para ligar y conquistar a quien te gusta. Pero tal vez sería más importante primero aprender a no ligar, a estar soltero y ser feliz con ello. A continuación, te compartimos 6 consejos para que tu soltería sea la oportunidad perfecta para crecer y conocerte a ti mismo.
1. Busca amigos, no amor
Si sales a fiestas y reuniones con el único objetivo de conocer al amor de tu vida, probablemente la vas a pasar muy mal y, sorpresa, tampoco conocerás el amor. No se trata de que encierres hasta que mágicamente el amor llegue a ti, pero si concibes el mundo como un juego de “¿Dónde está Waldo?” amoroso probablemente te vas a perder la oportunidad de conocer a personas muy valiosas que. Busca amistades y, ¿quién sabe?, tal vez resulta que de alguna de ellas nace la relación que tanto buscabas. No hay nada más especial que enamorarse de un amigo —alguien a quien conoces bien, en quien confías, cuya compañía disfrutas.
2. Conócete, acéptate, quiérete
Si no disfrutas estar contigo, ¿por qué alguien más lo disfrutaría? Aunque esto puede sonar muy severo, es cierto. Cuando descubres cuáles son tus cualidades y logras apreciarlas, se nota; el amor propio se refleja y resulta atractivo para quienes te conocen. Piensa en ello no sólo en el plano intelectual, sino también en lo físico. Quiere tu cuerpo, valora tus habilidades, acepta tus defectos y aprende a lidiar con ellos. Si te presentas ante el mundo despreciando tu valor, la gente se va a creer que en serio no lo vales.
3. Jamás finjas ser quien no eres sólo por estar con alguien
Además de que tener que fingir todo el tiempo es cansadísimo, en algún punto vas a decepcionar a la otra persona. Es mucho mejor que alguien te diga: “eres súper ñoño” y tú puedas responder: “sí, ya lo sabía”, a que te digan algo que no eres y por soberbia no puedas reconocer. Simplemente sé tú mismo. El peor consejo de amor que alguien te puede dar es “deberías ser menos como eres”.
4. Conoce a tus demonios
Todos tenemos defectos, todos tenemos cola que nos pisen. Y siempre será mejor que conozcas a profundidad a tus demonios antes de presentárselos a alguien más. Identifica y trabajo en lo que no te gusta de ti, hazlo en soledad. Después será mucho más fácil compartir tu “lado B” en una relación. Y créelo: alguien estará dispuesto a amarte con todo y todo.
5. Aprende a decir que “no”
Tienes que saber decir “no” y decirlo en el momento oportuno. No dejes que por desesperación, soledad, obsesión o comodidad te conformes con una persona que te quita tu paz y felicidad. No temas dar tu opinión o decir “hasta aquí”, “esto no me está gustando”, “no quiero seguir con esto”. Tampoco estés en una relación sólo por miedo a lastimar a la otra persona, al final terminarán heridos los dos.
6. Ante todo, ¡diviértete!
¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que cuando encuentres a alguien resulta no ser el indicado?, ¿que te corten?, ¿que te pongan el cuerno o te rompan el corazón? No será la primera ni la última vez que eso ocurra. Que alguien no sea para ti no significa que tú no seas para nadie. Seguro te dolerá un rato, pero el dolor pasa, el aprendizaje se queda para siempre. Si tú elegiste estar con esa persona seguro es porque algo necesitabas aprender de ellos. No seas cruel contigo, no te presiones; si no funcionó, al menos asegúrate de haberte divertido.
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Si ya encontraste al yin de tu yang, a la jacaranda de tu primavera, te recomendamos seguir estos consejos para que tu relación no se vuelva tóxica. Y si ya estás en una relación y sospechas que es momento de terminarla, lee el siguiente artículo que te dirá si tu relación tiene remedio o es momento de emprender el vuelo.
