En el mundo de los monstruos, el Conde Drácula es, sin lugar a dudas, uno de los favoritos de millones, sobre todo gracias a las historias que se han contado de él en cine, televisión, libros, cómics y otros productos de la cultura popular a raíz de la novela de Bram Stoker.
Pero quizás la gente empiece a verlo diferente después del estreno de “Renfield: Asistente de Vampiro”, en la cual Nicolas Cage lo interpreta en una versión bastante diferente a la que estamos acostumbrados, algo que pudimos ver desde la presentación de su trailer (cuyos detalles te dejamos en este enlace).
No vamos a darte spoilers de la trama, pero sí podemos decirte que este Drácula es un muy buen ejemplo de lo que muchos hemos sufrido, cuando menos, alguna vez: un jefe tóxico. Y es por eso que aquí te daremos algunas pistas necesarias para que, al igual que el protagonista de esta película (interpretado por Nicholas Hoult), decidas hacerle frente y ya no dejarte engatusar con sus estratagemas.

¿Cómo plantarle cara a tu jefe tóxico en 6 pasos (según “Renfield: Asistente de Vampiro”)?
1. Ten confianza en ti mism@
Cualquier actividad que hagas, no importa si ésta tenga que ver con algo laboral o personal, siempre debe tener el visto bueno, primero, de ti mism@: debes confiar en que aquello que estás haciendo es lo mejor que puedes hacer; que estás dando todo lo que puedes para que eso que haces salga bien.
Muchos jefes se agarran de nuestros temores sobre nuestro propio talento y nuestra forma de hacer las cosas para hacernos sentir mal y lograr que creamos que sólo ellos tienen el conocimiento absoluto de las cosas y la última palabra en las decisiones, y es por eso que si tú confías en lo que realizas, tendrás mayores herramientas para defenderlo.
2. Date un shot de autovaloración
Va ligeramente de la mano con el punto anterior pero en un nivel más general: puede que quizás creas que algunas acciones que haces son buenas pero consideras que el resto de ti es un problema, y no hace más que recalcar los errores que tu jefe dice que tienes.
Hazte un verdadero examen de conciencia y reconoce las áreas de oportunidad que tienes; eso te ayudará a encontrar mejores formas de ocuparlas en tu favor y, al mismo tiempo, sentirte bien con todas las partes de ti mism@ que te componen. Nunca permitas que nadie te haga sentir que no vales o que no eres suficiente.

3. Autoempodérate
Quítale, en tu cabeza, el poder que crees que ese jefe tóxico ejerce sobre ti: el control de lo que haces y la manera en que lo realizas lo tienes tú. Si tú te respetas a ti mism@ y eso lo reflejas con cualquier persona que te rodea, será imposible que tu jefe trate de sobajarte simplemente por tener un puesto más alto.
4. Ponle un alto a las conductas autodestructivas
Antes de realizar cualquier acción que sea externa a ti, primero trata de darte cuenta de los patrones de conducta que estás haciendo y que quizás te hayan llevado a esta especie de “dominación por poder”: ¿eres demasiado condescendiente? ¿O muy codependiente?
Una vez que las hayas identificado, busca detenerlas. Ir a terapia o a grupos de ayuda te puede apoyar muchísimo porque te llenarán de herramientas para que puedas trabajar con tu mente y tus emociones y logres hacer que éstos no actúen en tu contra sino a tu favor.

5. Marca límites y distancia sanos
Si crees que tu jefe está tomándose demasiadas libertades con respecto a tus actividades y tu tiempo, busca marcar tus propios límites para que esto, poco a poco, deje de ocurrir. Por ejemplo: respeta tus horas y días de descanso alejándote del teléfono de la oficina, y trata de no quedarte a destiempo a menos que sea absolutamente necesario.
En dado caso de que sientas que no puedes hablar directamente con tu jefe respecto a ciertas cosas, opta por acudir con una instancia diferentes para que te ayuden a lidiar con ello si es que existe en tu trabajo, como un consejo de comportamiento o alguien de Recursos Humanos que te apoye a mediar una conversación.
6. Prioriza tu salud y estabilidad mental
En última instancia, si crees que ninguno de estos consejos realmente ayudó, siempre se vale dar un paso atrás y buscar algo diferente. No tiene que ver con huirle a los problemas sino, más bien, ponderar qué batallas realmente vale la pena librar y cuáles son más dañinas para tu bienestar.
Se vale decir “no puedo” después de haberlo intentado más de una vez, y no deberías juzgarte si consideras que lo mejor es separar tu camino de aquel trabajo para estar bien. Recuerda: el trabajo es un apoyo para nuestra vida, pero no es toda nuestra vida.
¿Qué opinas sobre estos consejos para enfrentarte a tu jefe tóxico cortesía de “Renfield: Asistente de Vampiro”? Recuerda que se estrena en cines de México el próximo 27 de abril, y estate pendiente de nuestra página porque muy pronto podrás leer nuestra reseña de la película.