Este artículo fue originalmente publicado por Alonso Martínez el 16 de mayo 2018.
Una de cada cuatro mujeres ha sufrido abuso. Es una cifra alarmante.
Frida Sofía, hija de Alejandra Guzmán, acaba de declarar que su abuelo, Enrique Guzmán, la tocó inapropiadamente en su niñez, refiriéndose a él como “un hombre asqueroso y abusivo”.
De acuerdo con distintos estudios publicados desde hace 10 años, 18% de las mujeres estadounidenses han reportado una violación a lo largo de su vida y se cree que ese porcentaje es aún más grande en otras naciones y en países en vías de desarrollo.
La Asociación para el Desarrollo Integral de las personas abusadas estima que al año existen 4.5 millones de casos de abuso a menores de edad en México, pero sólo 10% de ellas lo denuncia, y el número disminuye considerablemente cuando se revisan los casos que llegaron a juicio y terminaron en el encarcelamiento de los abusadores. Esto es porque el sistema en el país, el cual requiere de la declaración y una examinación médica de la víctima (quienes suelen tener entre 0 y 15 años), impide que se ejerza apropiadamente el desarrollo del proceso. Además de que en algunas ocasiones los niños no saben realmente lo que está sucediendo.
Toda esa es información preocupante, pero lo es más aún el hecho de que alrededor de 30% de todas las víctimas (aproximadamente una de cada tres) es violentada por un familiar cercano: padres, hermanos, primos, tíos, abuelos o padrastros, y muchos nunca lo denuncian por miedo, por temor a ser llamados mentirosos o por no saber qué hacer en ese momento. Esto puede motivar al abusador a seguir cometiendo el crimen, forzando a la víctima a seguir sufriendo de un daño que en la mayoría de los casos deja un trauma severo.
¿Qué hacer cuando un miembro de tu familia abusó de ti?
No te quedes callado. No temas a las amenazas. Como mencionamos, la mayoría de los casos nunca sale a la luz porque la persona tiene miedo de las consecuencias, especialmente cuando es menor de edad. Si tienes a alguien en quien confías, cuéntale lo sucedido. Si crees que no te ayudará, acude directamente al Ministerio Público más cercano y presenta una denuncia formal. Si no confías en las autoridades de ese lugar, ve al Centro de Prevención y Atención al Maltrato y la Familia o al Sistema Municipal DIF más cercano.
En el caso de que no quieras o no puedas ir personalmente, reporta el maltrato de forma telefónica proporcionando nombre completo del agresor y el tuyo, domicilio de ambos si es necesario, con la mayor cantidad de referencias posibles para hallarlo y dar detalles de lo sucedido.
Si eres mujer o menor de edad y vives en México puedes llamar a la Línea sin Violencia del DIF: 01-800-108-40-53, donde se te proporcionará ayuda psicológica y jurídica.
Lo más importante es hacerlo en menos de 72 horas después de que fue cometido el crimen, evitar bañarse o lavar la ropa, de esa forma existirán más pruebas.
Lamentablemente, en el caso de los hombres mayores de edad, sólo es posible buscar auxilio llamando a la policía y presentando una denuncia directamente en el Ministerio Público. Si tienes pruebas, consérvalas, pueden ser de gran ayuda.
¿Qué hago si abusaron de mi hijo o sobrino?
Realizar la denuncia al Ministerio Público o llamar a la Línea sin Violencia antes de que pasen las 72 horas. Si el niño es demasiado pequeño, hay que tratar de explicarle con calma lo que sucedió y ayudarle a que explique su experiencia, asegurándole que debe confiar en las autoridades del MP. Si se encuentra temeroso o inestable, hay que mantener la tranquilidad, afirmarle que nada fue su culpa. No bañarlo y no asearlo para mantener las pruebas de lo sucedido.
¿Qué hago si un vecino o conocido abusa de su hijo o de otro familiar?
Puedes tomar fotografías, buscar testigos o grabar audio y presentar esas pruebas en el Ministerio Público, el cual te debe de dictar las medidas cautelares necesarias para mantener la integridad física y emocional del pequeño. Si tienes conocimiento de otros familiares del niño, comentarlo a las autoridades y contactarlos para comentarles sobre la denuncia.
Reiteramos, lo principal es no callarse, así seas la víctima o un familiar de quien sufrió abuso (o hasta un conocido). Lo importante es el tiempo y, en el caso de los menores de edad, mantenerlos en calma explicándoles lo sucedido. Si eres adolescente, no tengas miedo y contacta a las autoridades o pide ayuda en la Línea sin Violencia. En el caso de que seas mayor de edad, ve al Ministerio Público. No importa cuánto te amenacen, ese tipo de abusos nunca debe pasar sin castigo.
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