Foto: Bioguia
Sé que Halloween y día de muertos ya pasaron, pero no va por ahí la cosa. No te vengo a platicar de seres de otra dimensión, mitológicos, ni de cuentos y películas. Estos especímenes existen y son completamente humanos. Convivimos con ellos muchísimas veces, es más pueden ser parte de tu vida diaria, como familiares, pareja, compañero de trabajo o incluso tu mismo podrías serlo. ¿Sabes de que te hablo?
Son personas nocivas, quienes de manera consciente o inconsciente absorben la energía de la gente a su alrededor. Digamos que son como unas aspiradoras humanas que necesitan succionar de otras personas la energía positiva, bienestar, estabilidad y paz, entre otras cosas. Tal vez te venga alguien conocido a la cabeza, o andas un poco dudoso de si será o no un chupacabras de tu felicidad. Para salir de dudas, te voy a mencionar varias características que te harán más fácil el po der identificar un este tipo de s eres mal vibrosos. Generalmente suelen ser personas sumamente egoístas, narcisistas y ególatras, quienes generan relaciones muy tóxicas. Quieren recibir mucho sin entregar nada a cambio, y no me refiero a cosas materiales. Por ejemplo, alguien que es muy dado a tener el papel de víctima, que únicamente va a ti para contarte sus millas de problemas existenciales, esperando que le des consuelo, apapacho y cariño, pero cuando tu necesitas lo mismo, no está para apoyarte. Incluso puede llegar a minimizar tus problemas haciéndote sentir mal. Así como su objetivo puede ser generar lastima para recibir tu hermosa energía, también pueden ser horribles personas que actúan con superioridad e intentan humillar a quienes tienen en su entorno, criticando sus opiniones y nunca valorando sus aportes, haciéndote sentir mal para poder “brillar” .
Las víctimas de estos comilludos son, en su mayoría, personas empáticas, cariñosas, amorosas y comprensivas. Si tu eres así, no te sientas mal, al contrario ellos son los abusivos. Lo que es muy importante es poder alejarse de los vampiros energéticos, ya que será más fácil que ellos te drenen a ti, al punto en el que podrás hasta sentir agotamiento físico, a que tu logres que dejen de comportarse de esa manera. Huye de ellos, sin sentirte mal, porque la realidad es que jamás será suficiente nada de lo que les entregues y siempre querrán más. Si de plano no puedes huir, porque viven en la misma casa, es tu familiar o algo así muy extremo, es sumamente importante que entonces establezcas límites marcados con esa persona. Primero tienes que ver por ti y cuidarte, tu bienestar siempre debe ser primordial.
Foto: El espejo gótico
