«En Tibet, todo lo que es viejo
Es un trabajo de Buddha
Y todo lo que es nuevo
Es un trabajo del Diablo
Esta es la tradición triste de nuestro país».
Gendün Chöphel, Poema, Tibet 1946
En el budismo existe una escritura elemental, el Vinaya Pitaka, que recopila todas las reglas para la vida monástica. A partir de esta escritura, se dice que Buda dejó dos enseñanzas básicas que marcan las normas y el estilo de vida de sus adscriptos, el dharma que representa la doctrina y el vinaya, que es la disciplina; es esta última la que los monjes utilizan para regir su vida monástica y acumula hasta 253 reglas —aunque el número varía de una tradición a otra—. Estas reglas fueron instauradas por el propio Buda conforme cada monje realizaba algún acto erróneo, incluida la de romper su celibato.
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Sudinna, el primer monje en romper el celibato
Es aquí donde figura Sudinna, un monje tibetano que según la historia colaboró para la primera regla del vinaya que los monjes no podían romper. Sudinna era un hombre que abandonó a su esposa y padres para convertirse en monje; no obstante, cuando los visitó mantuvo relaciones sexuales con su mujer. No se trató de una cuestión de lujuria o deseo, sino una petición de sus familiares para asegurar que tendrían descendencia y el rey no les quitara su hogar y propiedades.
Pero resultó ser una acción errónea. Romper el celibato se convirtió en la primera razón por la que un monje podía ser expulsado permanentemente. De esta forma, el sexo se vuelve una cuestión prohibida y sumamente restringida en la vida de los budistas… o por lo menos los de la vertiente tibetana.
[Detalle de un Kama Sutra nepalés.]
Ante estos ideales tan restrictivos con respecto a la sexualidad, se contrapone el tantra, una ideología desarrollada en la India relacionada con el hinduismo y el budismo, que desde hace siglos se ha instaurado como un estilo de vida y una forma de interpretarla, que concibe al sexo y la corporeidad como un medio para la iluminación.
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Gendün Chöphel: intelectual, rebelde y revolucionario
El relato de Sudinna inspiró a Gendün Chöphel, un escritor e intelectual tibetano que fue monje por un tiempo, antes de salir del Tibet durante la década de los 30 y habitar en la India, país en el que estuvo en contacto con otros textos tradicionales, incluido el Kama Sutra. En 1939 publica uno de los textos de mayor crítica y abordaje erótico Un tratado de la pasión.
Chöphel, así como Sudinna, eventualmente dejó sus votos, probablemente más de forma voluntaria que por una expulsión, e inspirado por el mundo nuevo en la India y la interpretación del sexo, él se volvió partidario y defensor de la liberación sexual, incluso se afirma que en su poesía es posible leer la fascinación de alguien que está descubriendo el sexo y el goce por primera vez.
«Él condenó la hipocresía de la Iglesia y el Estado, representando el placer sexual como una fuerza de la naturaleza y un derecho humano universal. El Kama Sutra fue pensado para la élite social; la literatura tantrica fue pensada para los avanzados espiritualmente. Y ya sea que fue pensado para los caballeros cultos o los yogi tántricos, las instrucciones fueron provistas para los hombres. Por contraste, en su Tratado, Gendun Chopel trató de arrebatar lo erótico de la clase dominante y dársela a los trabajadores el mundo».
No obstante, su lucha por la liberación sexual en el Tibet y su involucramiento con el Partido de la Revolución Tibetana –el más radical en su momento–, así como sus críticas a los regímenes eclesiásticos y por supuesto, al Imperio británico —que en aquel entonces tenía una fuerte presencia en la India y en la frontera entre el Tibet y China— no pasó desapercibida, por lo que al poco tiempo de su regreso al Tibet fue encarcelado bajo los cargos de distribuir dinero falsificado (otros dicen que por insurrección).
Años después sería liberado y presenciaría la constante batalla entre el Tibet y China de la independencia y autonomía de la región hasta 1951, año de su muerte. Posteriormente, su Tratado sería publicado en la India en 1967, en la plena Revolución Cultural en el Tibet y el ataque de China en contra de todas las tradiciones propias del pueblo originario de Chöphel.
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