Fundada alrededor de 1520, la hoy delegación de Coyoacán es un sitio rico en historia novohispana y precolombina. No sólo se trató de uno de los señoríos tepanecas más grandes de la cuenca de México; sino también el sitio elegido por Hernán Cortés para dirigir los asuntos más importantes de la Nueva España; ahí se fundó el primer ayuntamiento de la Ciudad de México lo que le dio una presencia preponderante frente a otras locaciones de la ciudad.
Más allá de la historia oficial que podemos encontrar en las páginas de los libros de diferentes épocas; la gente que vive en Coyoacán también tiene bastantes cosas que decir acerca de este sitio. Sus relatos refieren a leyendas y apariciones de fantasmas que aterrorizan algunas calles y casonas de la zona, haciendo de ésta el escenario perfecto para que el terror y el misterio salgan desde lo más hondo de cada hogar o muro levantado.
A través de estas leyendas, la delegación Coyoacán ha logrado forjar un carácter que va más allá de lo histórico y se acerca a lo paranormal, sólo para demostrar que no toda la historia de las cosas puede ser encerrada en los libros; sino que vive y existe en cada una de las personas que le rodean y conviven con ellas todos los días:
La bruja de Coyoacán
Esta leyenda se ha ido construyendo a través de rumores y cuentos de los mismos pobladores de la zona. La mayoría de ellos coinciden en que esta famosa bruja engañó a un joven adinerado para que se casara con ella. Sin embargo, cuando éste se percató de que su casa olía a sangre quemada durante las noches decidió espiar a su esposa para descubrir que ésta se desojaba de su piel y se convertía en una bola de fuego que vagaba por las calles buscando niños que devorar.
Mientras “su esposa” estaba fuera, el joven decidió lanzar la piel al fuego. Justo antes de regresar, la bola incandescente comenzó a buscar su piel y al no encontrarla se azotó contra las paredes y se consumió poco a poco hasta desaparecer. Si bien no se sabe en qué casa ocurrió ni los nombres de los personajes, es una de las leyendas más contadas en la delegación.
El Monje de la Conchita
Aunque hoy ya no se puede acceder a ella debido a los daños causados por el sismo del 19-S, esta pequeña capilla ha sido sede de una de las apariciones más misteriosas de todo Coyoacán. Se trata del espíritu de un monje que sale a “dar rondines” durante la noche; todos aquellos curiosos que se dieron a la tarea de seguirle los pasos aseguran que sale y entra por lugares completamente sellados.
La niña de la Casa de la Cultura
La Casa de la Cultura Reyes Heroles es el escenario de aparición del fantasma de una niña rubia y pequeña que juega durante toda la noche en el patio del recinto. Cuenta la leyenda que ella vivió ahí durante muchos años hasta que murió de una enfermedad fulminante; sus padres, al no poder soportar el dolor, decidieron mudarse a otro sitio, mas el espíritu de la pequeña se quedó en lo que hoy es una casa de cultura. Al ser un “espíritu amable” los trabajadores ya se han acostumbrado a sus juegos e incluso la conocen cariñosamente como “La Muñeca”.
El fantasma de Belisario
Quienes pasan de noche cerca del panteón de Xoco dicen que pueden escuchar claramente los lamentos y gritos de dolor de un hombre, como si alguien lo estuviera torturando o a punto de matarle. Aquellos que conocen las historias de este cementerio dicen que esas penas pertenecen a Belisario Domínguez, un médico y político liberal que fue torturado y fusilado en ese lugar después de oponerse a la dictadura de Victoriano Huerta.
El Callejón del Aguacate
Probablemente esta es una de las leyendas más conocidas de la Alcaldía Coyoacán, pues en este sitio, además de haber servido como paredón en tiempos de la Revolución Mexicana, se han llevado a cabo múltiples asesinatos. Uno de los más famosos es el del niño que fue ahorcado a manos de un general de Lázaro Cárdenas; antes de colgarlo en el árbol lo golpeó brutalmente sólo porque éste se le acercó a pedirle un poco de dinero.
Quienes pasan por este lugar a medianoche, dicen que pueden escuchar los gemidos y llanto del niño cuya cara de sufrimiento a veces se dibuja entre las ramas de los árboles. Sin embargo, esa no es la única historia que encierra este lugar: se habla de pactos con el diablo y fantasmas con cadenas. Incluso hay quienes dicen que la estatua de la virgen en el Callejón del Aguacate llora sangre.
El niño del Antiguo Palacio de Coyoacán
Esta vieja casona durante las noches se convierte en escenario de una de las leyendas más populares de Coyoacán. Los vigilantes de este recinto dicen que se puede escuchar e incluso observar la sombra de un niño pequeño que juega y corre por los pasillos del antiguo edificio. Quienes lo han visto aseguran que “no hace nada”; sin embargo, el mito es suficiente para que muchas personas prefieran rodear la plaza para evitar encontrarlo cuando cae la noche.
La Casa Blanca
Si bien esta casa no está exactamente en Coyoacán (Calle de Hidalgo, 45. San Ángel), muchas personas la asocian al lugar debido a su construcción del siglo XVII. La leyenda que la rodea habla de cómo su dueña murió de tristeza al darse cuenta de que su amado había roto su promesa de amor y nunca más volvería a verlo pasar por su ventana.
Años después de la muerte de doña Giomar, el hombre que la había decepcionado regresó México y pasó justo enfrente de la cada blanca de quien había dejado plantada. De repente escuchó que le hablaban de una de las ventanas y al sujetarse de los barrotes quedó muerto. Cuando la gente llegó a revisar el cuerpo, éste tenía las manos casi pegadas a las barras de hierro que protegían las ventanas. Quienes han pasado por ahí de noche, dicen que la figura de dicha mujer puede verse a la luz de la luna.
Quienes han escuchado estas historias y, más aún, quienes han tratado de comprobarlas se han encontrado con más cabos sueltos de los que realmente lograban unir; pues para este tipo de situaciones no siempre hay una explicación lógica. Se trata de misterios, secretos a voces y propios de la tradición oral de las calles de Coyoacán.