Cuando se trata de las mujeres en el espacio sin duda el nombre de Valentina Tereshkova es de los primeros en surgir en la mente de algunos, y es que cuando se trató de la carrera espacial, la Unión Soviética fue la primera en lograr su cuota de inclusión al crear un equipo de 5 mujeres astronautas y enviar a una de ellas al espacio.
En un tiempo en el que la URSS había seleccionado a sus candidatas potenciales, Estados Unidos aún se debatía sobre el papel y espacios para las mujeres en la industria aeroespacial. El debate fue tal que la primera mujer estadounidense en llegar al espacio —Sally Ride— lo haría hasta 1983, es decir, 20 años después de que Tereshkova lo hiciera.
Foto: Wikimedia Commons
Sin embargo, durante esas dos décadas no es que no existieran esfuerzos estadounidenses para lograr que las mujeres se incorporaran a la NASA como astronautas; Mercury 13 si acaso es una de las mejores pruebas de lo que se intentó.
¿Qué es Mercury 13?
Se trata de un programa supervisado por el Dr. Randy Lovelace II, quien en su clínica privada ideó las pruebas clínicas necesarias para evaluar la capacidad física de los astronautas que viajarían al espacio y que se convirtieron en un estándar. Él habría de reclutar en 1960 a Jerrie Cobb, una aviadora que contaba con récords y calificaciones importantes cuando se trataba de volar una aeronave; convirtiéndola en la primera mujer en aprobar todas las pruebas.
Jerrie Cobb frente una cápsula espacial. / Foto: Wikimedia Commons.
Las pruebas involucraron:
«numerosos radiografías y un examen de la vista de cuatro horas. Una bicicleta estacionaria diseñada especialmente con peso que empujaba a las mujeres al borde del agotamiento al tiempo que medían su respiración. Los doctores hacían que las mujeres tragaran un tubo de hule para poder examinar los ácidos de sus estómagos. Una tabla inclinada examinaba la circulación. Utilizando un pulso eléctrico, los médicos probaban los reflejos de los nervios en los brazos. Inyectaban agua congelada en las orejas de las mujeres para inducir el vértigo para medir cuánto tiempo tardaban en recuperarse. Calcularon el índice de masa corporal utilizando un medidor nuclear en Los Alamos. Para el final de la semana, las mujeres no tenían secretos para los doctores de Lovelace». Fuente
Foto: The VergeLas trece mujeres pasaron las pruebas con éxito, incluso algunas rompieron algunas marcas que los hombres habían logrado, e incluso se pensó que al ser más pequeñas requerían menos agua, comida y oxígeno, lo cual terminaba de convertirlas en las candidatas ideales para el viaje espacial.
Foto: Wikimedia Commons
Ellas fueron:
Foto: LIFE Magazine, ejemplar del 25 de octubre de 1963. Donde figuraron las Mercury 13 y una editorial de Clare Booth Luce que denunciaba el sexismo de la NASA titulado “But Some People Never Get the Message.”No obstante de las marcas de las mujeres, lo cierto fue que la NASA se negó a incorporarlas a su programa espacial. Uno de los motivos para negarles la entrada eran dos requisitos: un título en Ingeniería, así como experiencia como piloto de la armada; por supuesto que estos dos requisitos eran imposibles de cumplir para una mujer dadas las pocas posibilidades de inscribirse en una ingeniería y enrolarse como piloto en el ejército.
Foto: The Verge
Las audiencias ante el Congreso
Ante la negativa de los oficiales de la NASA, las mujeres involucradas consiguieron ser escuchadas en el Congreso, donde denunciaron las políticas discriminatorias y sexistas de la agencia espacial que no les permitía ser partícipes de sus programas a pesar de estar preparadas como los hombres.
Jerry Cobb / Foto: The Lily
Las audiencias frente a ciertas autoridades poco hicieron para su caso; en realidad la dinámica sexista a interior de las instituciones gubernamentales fue más evidente y sus casos desestimados, no obstante, lograron acaparar la atención de la prensa dejando así un testimonio más duradero de los primeros esfuerzos en la década de los 60 para conseguir no sólo que una mujer llegara al espacio, sino abrir una importante discusión sobre los derechos de la mujer y la equidad de género.
Puedes conocer más de su historia en la producción de Netflix “Mercury 13”:
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