El constante hallazgo de narcofosas y los homicidios por la ola de violencia en la entidad, están provocando una crisis sanitaria en Guerrero porque las morgues ya superaron su capacidad para alojar cadáveres.El incremento del 31 por ciento de homicidios dolosos en la entidad seguro son clave para el problema de salud pública que comienza a presionar a las autoridades, que entre la Secretaría de Salud y la Fiscalía General del estado, unos a otros se echan la pelota.La saturación de cadáveres sin identificar tampoco ve salida con los estudios de identificación de víctimas, ya que se carece de equipo y personal para realizar las pruebas de perfil genético, como ha reportado la revista Proceso.Una posible solución vendría desde las autoridades federales, si es que la Procuraduría General de la República (PGR) aceptara asumir funciones de antropología forense y genética con muestras de ADN. En este mes, las tres unidades del Servicio Médico Forense de la entidad -Acapulco, Iguala y Chilpancingo-, reportaron que más de 600 cuerpos han saturado los trabajos cotidianos de necropsia para luego enviar los cuerpos al panteón forense.De acuerdo a declaraciones del propio titular de Salud en Guerrero, Carlos de la Peña Pintos, admitió que la capacidad de las morgues se rebasó, con muchos cuerpos que están en el suelo o apilados porque ya no caben en los refrigeradores.La situación pone en riesgo, además, la salud de los trabajadores del Semefo, entre médicos legistas que no se dan abasto con el promedio en la entidad de cinco homicidios cada día. Haz las cuentas de la cantidad que puede sumar cada mes.
Si la tendencia persiste, como calcularon el portal Sin Embargo y la Agencia AP, la tasa de homicidios en Guerrero subiría hasta los 60 crímenes por cada 100 mil habitantes, como en su momento más álgido, en 2012.Ese año, la tasa en la región se ubicó en los 68 homicidios por cada 100 mil personas, que en esa época nada más los relacionaban a los efectos colaterales del narcotráfico.Es más, el año pasado el Foro Económico Mundial identificó a las ciudades de Acapulco y Chilpancingo -ambas localizadas en el estado de Guerrero-, como dos de las 50 más agresivas en América Latina. El término en inglés es “murderous cities”.La característica de éstas ciudades agresivas tiene que ver con la violencia y el crimen ligado al comercio de drogas, que para el organismo implica fragilidad en el desempeño económico y atractivo de los países, en materia de inversión.En el análisis, las ciudades guerrerenses quedaron en los primeros lugares del ranking. Acapulco obtuvo el cuarto lugar, sólo por debajo de San Salvador, en El Salvador; San Pedro Sula, Honduras, y Caracas, Venezuela, quien por sus conflictos políticos tiene el primer sitio.*