Los sentidos agudos de los animales son estudiados en un proyecto internacional entre Alemania y Rusia para averiguar si los animales pueden predecir terremotos y otros fenómenos naturales.El estudio, llamado Icarus –por sus siglas en inglés: International Cooperation for Animal Research Using Space-, es una técnica de monitoreo satelital de varias especies a quienes les instalaron transmisores.Según este reportaje de The New York Times, las placas en los animales en libertad se activarán con energía solar, ya que hasta el Servicio Geológico de Estados Unidos hace referencia de las anécdotas sobre sus posibles capacidades, sin darle aún certeza.La evidencia popular indica que animales, peces, aves, reptiles e insectos han mostrado comportamientos extraños semanas antes de que ocurra un sismo, o a veces, segundos antes de que tiemble.
La idea del proyecto Icarus es de un científico alemán, Martin Wikelski, quien en su estancia por Italia y tras vivir fuertes sismos, comenzó con el experimento de las placas en una granja en Pieve Torina, en la región central de ese país.Enlazó las placas a su computadora para monitorear los datos y al recopilar la información tuvo hallazgos, pero ha preferido tener mesura hasta que no se presenten más movimientos sísmicos para obtener análisis estadísticos más precisos.Por lo pronto, apuesta a que de las manadas los humanos podemos aprender mucho en su papel de colectivo. Su programa aún está a la espera de un financiamiento más grande.Al terminar la investigación, se publicará en una revista científica en la que se cree asegurarán que hay un cambio en el comportamiento de los animales en las horas previas a un sismo.
Otros estudios, como uno de 2012 a 2014, se encargó de analizar las conductas predictivas de animales, específicamente de cabras y ovejas de la región colindante al monte Etna, en Sicilia.En este se encontró que los animales predijeron las erupciones volcánicas más importantes durante esos dos años, entre cuatro a seis horas antes. En ese periodo ocurrieron ocho grandes erupciones.Fenómenos naturales como los sismos son aún la gran incógnita de la ciencia desde el siglo XX, cuando los estudiosos del planeta pudieron establecer que es en el interior de la Tierra que se originan, pero la tecnología no ha avanzado demasiado para prevenirlos.
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