Uno de los mecanismos que la red social más usada del mundo permite usar a sus anunciantes incluye una opción para que sus campañas publicitarias puedan no ser vistas por los usuarios de acuerdo a su raza, procedencia o etnia.
Mark Zuckerberg es uno de las personas más influyentes del mundo. Las decisiones que toma sobre su posesión más preciada, Facebook, la red social más usada del mundo, afecta a varios cientos de millones de personas. En los últimos meses ha logrado consolidar bajo su mano la mayoría del consejo que controla Facebook. Su palabra es ley.
Es por eso que, si se buscan responsables por la última polémica de la página, no es necesario ir demasiado lejos para encontrarlos. O, en concreto, para encontrarlo.
Facebook ha evadido las críticas sobre su decisión de eliminar a los editores humanos de su esquema de trabajo. “No somos un medio de comunicación”, dijeron en un comunicado las autoridades de la red social.
Pero una nueva acusación sobre discriminación ha surgido y esta vez será difícil encontrar una excusa para su comportamiento. ProPublica, una organización no gubernamental que se encarga de vigilar las actuaciones de los medios en Estados Unidos, ha acusado a Facebook de permitir actitudes abiertamente racistas contra sus propios usuarios.
Según la institución, una de las opciones para filtrar anuncios entre los usuarios para los anunciantes, llamada “Afinidades Étnicas”, levantó sus alarmas. Afroamericanos, asiático americanos, hispanos, latinos y demás etiquetas pueden ser usadas para filtrar a los usuarios e impedirles ver sus campañas. ProPublica acusa a Facebook que este tipo de filtros son claramente racistas y violan la Constitución de Estados Unidos.
Uno de los anuncios que la institución usó en su argumentación fue el de edificios donde se pueden rentar departamentos. El anunciante podría usar estos filtros para impedir que los afroamericanos, por ejemplo, o los latinos, no puedan ver este tipo de anuncios, creando un mercado segregacionista.
Esto está prohibido en la ley estadounidense.
Según el experimento de ProPublica, el anuncio recibió la aprobación de la compañía apenas 15 minutos después de haber mandado la solicitud.
Facebook y Zuckerberg no han emitido todavía ningún comentario. Pero esta acusación podría tener sustento en las cortes del país norteamericano. La pregunta, según ProPublica, es si el gobierno está dispuesto a combatir a una compañía tan poderosa.
*Con información de: ProPublica.org, Mother Jones, Slate.