La Revolución Mexicana pasó de ser una lucha contra el régimen Porfirista a una guerra civil que respondió a los intereses de quienes se peloteaban el poder, y algunos otros quienes buscaban las libertades democráticas a partir de la justicia y la educación. Con el tiempo, la Revolución ha sido considerada como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México, pero no pudo ser de otra forma sin que los nombres de campesinos, militares, generales y profesionistas retumbaran en las páginas de la historia como los responsables de delinear los capítulos de este movimiento armado.
Durante la Revolución diferentes sucesos y acontecimientos dieron pie al levantamiento armado, pero ¿fueron razón ideológicas las que orillaron a los héroes revolucionarios (en especial a Villa) a iniciar la gesta revolucionaria o fue sólo un hecho casual, no por eso agradable, lo que lo convenció? El estudio de este movimiento armado ha sido motivo de diversas investigaciones, políticas, económicas y sociales.
Sólo la Revolución Francesa podría compararse a lo que significó la Revolución Mexicana, afirma el investigador Bryan Davis, quien elabora desde Nueva York un amplio estudio sobre las imágenes de fotógrafos mexicanos y extranjeros que cubrieron al que llama: “El más formidable levantamiento en favor de los ideales de justicia en el siglo XX”.
Bryan Davis se dedica a catalogar por temas las fotografías de numerosos archivos para hacer un estudio comparativo. Afirma que la importancia de analizar las miles de imágenes se debe a que fue una de las primeras revoluciones en ser captada por cámaras que habían alcanzado cierta sistematización.
“Todos se enfrentaban a un acontecimiento nunca visto en la historia moderna, por ello en sus fotografías no se plasma un ojo coloquial o una visión que pareciera de alguien perteneciente a otra cultura, todos estaban en el terreno desconocido en la Revolución, de ahí que muchas fotografías asemejen un montaje cinematográfico perfecto y dramático”.
La investigación incluye los Archivos Casasola y Hugo Brehme, además del trabajo del corresponsal inglés James Hare que legó algunas imágenes poco conocidas del paso de los revolucionarios por la frontera de Estados Unidos.
Bryan Davis lamenta que en los archivos oficiales no existan registros de las decenas de fotografías anónimas que también cubrieron la lucha armada de 1910 porque a través de ellas puede verse incluso el estado de ánimo de los revolucionarios. La Revolución Mexicana fue también una revolución de las imágenes porque a través de ellas se plasmó el dramatismo de la muerte y la lucha.
“El mejor ejemplo es la famosa fotografía de Manuel Ramos que apareció en diarios no sólo de México sino del extranjero, en ésta se ven tendidos muchos cadáveres en una plaza de la ciudad de México, entre ellos un niño, un adulto que quedó tendido en medio de las vías del tranvía, así como un caballo muerto junto con su jinete que aparece en segundo plano. Yo creo que pocas veces en la historia gráfica del mundo llegaron a contemplarse escenas de tal dramatismo”.
El investigador reitera que la gran tragedia de la fotografía de la Revolución Mexicana es que obras visuales de todos los tiempos quedarán siempre en el anonimato. Sin embargo, en su opinión, esas imagen podrían ser en el futuro una de los testimonios más simbólicos del movimiento armado mexicano.
Bryan Davis afirmó que los archivos de aquel tiempo deben ser considerados Patrimonio Cultural de la Humanidad. Próximamente planea viajar a la Ciudad de México para ponerse en contacto con los responsables de diversos archivos y completar su investigación.