Una práctica común de antaño es que cuando alguien ostentaba cierto poder como funcionario público, se aprovechaba de su cargo para hacer lo que le venía en gana y sacar provecho de esa ventaja.Ahora, en pleno siglo XXI, un juez civil de Puebla quiso aprovecharse de una mujer cuyo único error fue coincidir en un restaurante con el litigante. Tras intentar manosearla y después ofenderla, el incidente terminó en un problema legal.La joven iba acompañada, su pareja la defendió y tras golpearse con el juez Marco Antonio Gabriel González Alegría, la riña en el restaurante poblano “La Silla” acabó cuando Christian Mayagoitia, le arrancó la oreja a mordidas.
Otro acompañante más de la mujer ofendida también se lió a golpes con un amigo del juez. Sin embargo, Mayagoitia y su amigo fueron llevados a la Fiscalía General del Estado en una patrulla, donde acusaron a los policías de golpearlos en las costillas y a uno quebrarle el tabique nasal.El asunto no para ahí, ya que los representantes legales del juez dijeron que su cliente se hará una reconstrucción de la oreja en España, gastos que desea que corran por cuenta de Mayagoitia, quien ahora está metido en un problema legal.Todo ocurrió el fin de semana en la colonia Huexotitla, de la capital del estado de Puebla, donde los comensales del restaurante y ahora testigos de la trifulca, dijeron que González Alegría llevaba un par de horas bebiendo en el lugar.En la mesa contigua estaba la joven que después sería agredida, junto con Christian Mayagoitia, un amigo y tres mujeres más, quienes ya estaban por salir del lugar, pero la ofendida se paró al baño y fue cuando el juez intentó manosearla.Un testigo narró a la prensa local que el juez gritaba, se emborrachaba y luego de intentar propasarse con la joven, les arrojó una botella (o algo de vidrio) a los hombres que la acompañaban, pero éstos lo esquivaron.Luego empezó la pelea, que según el testigo también lastimó a la mujer ofendida, a quien le pudieron ver un par de moretones.El juez tiene un historial de violencia y ebriedad. Uno de los problemas en los que ha estado involucrado fue cuando amenazó a un vecino de hacer demasiado ruido con una pequeña grabadora, mientras limpiaba su local en el que vende hamburguesas.Aquella ocasión González Alegría agredió al ayudante del vecino, éste le advirtió que llamaría a la policía y el juez hizo gala de prepotencia y amistades, al presumirle que hasta el gobernador de Puebla le debía favores.No es la primera vez que alguien ligado a impartir la justicia se ve involucrado en un problema legal, cuando a mediados de 2014 el expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel, fue demandado por su expareja sentimental por pensión alimenticia.Uno de los 11 ministros del máximo tribunal del país se negó a otorgar el 35 por ciento de sus ingresos para su dos hijos, quienes padecen autismo, por considerar que tenían un “estatus social medio bajo” y sólo eran necesarios casi 13 mil pesos mensuales para su manutención.El sueldo de un ministro de la Suprema Corte mexicana supera los 300 mil pesos mensuales. Además, Góngora Pimentel ahora goza de una pensión vitalicia que supera los 250 mil pesos, así como seguro de gastos médicos y apoyo para alimentación.
*
Podría interesarte:
Borge grita en El Renacer: “Guardias desalojen al periodista”. Nadie le hace caso.
Suspenden a Anuar González, el juez que otorgó un amparo a “Porky”.
“La mataron sin querer”, determinó un juez y tres feminicidas quedaron libres.