Las sospechas que durante años asediaron a diversos empleados del banco Citigroup de lavado de dinero, tenían sustento.
La mayor empresa de servicios financieros del mundo, Citigroup, accedió a pagar casi 100 millones de dólares a autoridades federales de Estados Unidos para poner fin a una investigación que se sustenta en denuncias sobre negligencia y falta de supervisión en la filial mexicana del banco.
Se teme que gracias a esas omisiones, el banco no hizo lo suficiente para alertar a los reguladores ni reforzó su monitoreo contra el lavado de dinero.
Los fiscales mencionaron que mientras crecía Banamex USA, una unidad de Citigroup, para convertirse en el banco más importante en el negocio de remesas Estados Unidos a México, este no salvaguardó adecuadamente sus sistemas para que no los infiltrara el dinero producto del narcotráfico.
Este lunes, Citigroup acordó hacer el pago de 97.4 millones de dólares para llegar a un arreglo que pusiera fin a la investigación federal a Banamex USA. Con esto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos no acusará penalmente al banco por las irregularidades de Banamex USA.
Como parte del acuerdo, Banamex USA “aceptó haber incurrido en violaciones penales, de manera intencional y no contar con controles efectivos antilavado”, según informó el Departamento de Justicia.
El acuerdo pone fin a varios de los problemas regulatorios más serios de Citigroup relacionados con sus negocios rentables, pero riesgosos, en México.
De 2007 a 2012, la unidad bancaria generó cerca de 18 mil alertas por operaciones sospechosas de las cuales el banco realizó menos de diez investigaciones, algo que contrasta con las 30 millones de remesas mexicanas que procesó.
Citigroup obtuvo a Banamex USA en 2001, cuando el banco adquirió Banamex, uno de los bancos más grandes de México.
El objetivo de obtener Banamex USA le daría acceso a Citigroup al mercado financiero de México y con eso obtener a los millones de inmigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos y que necesitan enviar dinero a sus familias en casa.
La multa de 97.4 millones de dólares es solo una pequeña parte de los 1.9 mil millones de dólares que HSBC pagó en 2012 para poner fin a una investigación sobre lavado de dinero.
Ese caso también incluyó acusaciones que señalaban que el banco transfirió cantidades multimillonarias a Irán, violando las sanciones impuestas por Estados Unidos a hacer negocios con ese país.
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