La oscuridad cae sobre un pequeño hostal en Huzhou, una ciudad en el sur de China. Junto con tu cómplice, te preparas para perpetrar el acto: robar el dinero de un cliente. Los latidos retumban en tus oídos. En el momento de cometer el robo, el cliente te descubre. El terror te envuelve. Debes hacer algo. En una especie de delirio, tu cómplice y tú golpean al hombre hasta matarlo.
Presa del pánico, sólo puedes pensar en huir. La adrenalina te recorre como un fuego interno: quieres correr lo más rápido que puedas. Sin embargo, en el lugar también se encuentran los dos propietarios del negocio junto con su pequeño nieto de 13 años. Acabas con su vida. Es la única manera de que no te atrapen.
Huyes.
Desapareces.
Y después de muchos años de investigación policíaca parece que te has salvado, pero la vida da muchas vueltas.
Esta historia puede parecer la sinopsis perfecta para una gran novela negra, pero si algo nos enseña la vida, es que la ficción y la realidad no son tan lejanas como parece. Casi como un cuento de terror, la tragedia en Huzhou sucedió el 29 de noviembre de 1995 y no había sido resuelta. Hasta ahora.
Liu Yongbiao, escritor chino de 53 años, fue detenido el pasado 11 de agosto en la localidad de Nanling por ser el primer sospechoso del cuádruple asesinato en el hostal, un crimen que ocurrió hace 22 años.
El hostal en el ocurrió el asesinato hace 22 años. (Foto: BBC)
Durante décadas, la policía intentó determinar cómo fue masacrada la familia. Cubrieron los indicios, siguieron las pistas, analizaron toallas, pisadas, incluso 60 mil huellas dactilares. Se pensaba que los sospechosos, dos hombres que habían sido huéspedes pero desaparecieron, eran de la provincia de Anhui, ya que un testigo declaró que tenían un marcado acento. A pesar de esto, la investigación se cerró ante la falta de pistas más claras.
Hasta el pasado mes de junio cuando, después de más de dos décadas, la policía reactivó la búsqueda y pudo encontrar nueva información que señalaba a Yongbiao y a su cómplice como sospechosos. Las autoridades declararon que las pruebas con ADN habían sido determinantes para dar con los presuntos criminales.
El supuesto cómplice también fue detenido: un hombre de apellido Wang, de 74 años, que fue encontrado en Shangái, donde trabajaba como asesor de un fondo de inversión.
(Foto: El Universo)
Un misterio sin resolver: la inspiración literaria
Según la publicación china The Paper, cuando los agentes detuvieron el pasado 11 de agosto a Yongbiao en su casa, además de confesar el homicidio les dijo: «He estado esperando por ustedes todo este tiempo».
Y es que cuando escribes, tus experiencias se vuelven un campo fértil para la literatura: no quiere decir que todo lo que plasmas en palabras sucedió tal cual en la realidad, pero una escritura honesta está fundida con el escritor, con su mundo interno.
Sin embargo, en el caso de Liu Yongbiao, nadie imaginó que sus palabras podían estar tan cerca de su pasado. En una de sus obras más conocidas, El secreto culpable, publicada en 2010, escribió en el prólogo que pensaba crear otra «novela sobre una guapa escritora que ha matado a varias personas, sin que el caso haya sido resuelto».
Liu Yongbiao comenzó su carrera literaria publicando en la revista de la ciudad de Hefei, capital de Anhui, en 1985. Su primer éxito se produjo en 2005 con Una película, novela publicada por una de las mayores empresas editoriales de todo el país: Editorial de los Escritores.
Después de algunos años, Yongbiao pasó a formar parte de la Asociación de Escritores de China, del Partido Comunista, un honor conseguido en 2013. En 2014, una novela romántica se adaptó a la televisión y se convirtió en una serie de 50 capítulos.
Actualmente, continuaba con el oficio de la escritura mientras daba un curso de literatura y editaba un periódico estudiantil.
(Foto: El País)
El desenlace: un final inesperado
A la espera del juicio, unas de las personas más sorprendidas por los hechos son sus alumnos, los cuales lo describieron como una persona muy seria. Según Fang Ming, antiguo estudiante del escritor, «sonreía pocas veces y criticaba a menudo a sus estudiantes. Nunca levantaba la voz, pero siempre se podía leer su descontento en su cara».
Uno de los agentes que detuvo a Yongbiao confesó al sitio The Paper que el escritor le confió una carta dirigida a su esposa. «He esperado este momento durante 20 años», escribe el novelista, «Todo termina finalmente hoy. Al fin soy liberado de este sufrimiento mental que he tenido que soportar durante tanto tiempo».
Ahora queda esperar cómo concluirá esta historia digna de una de las mentes más retorcidas de la novela negra.
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