Cientos de organizaciones hispanas en Estados Unidos convocaron para el jueves 16 de febrero al Día sin Migrantes en el que invitan a los migrantes de origen latino a no abrir sus comercios, no comprar en tiendas o por Internet, tampoco adquieran gasolina, no mandar a sus hijos a la escuela o no comer en restaurantes. Esto, con el fin de hacer evidente el poder que tienen los hispanos en la economía estadounidense.
A través del hashtag #DiaSinMigrantes las organizaciones pretenden articular un movimiento tan grande que obligue al presidente Donald Trump a reconsiderar sus medidas antimigrantes. “Señor presidente, sin nosotros y sin nuestro aporte, este país se paraliza”, se puede leer en una de las cientos de imágenes con las que se invita a los latinos a unirse a este boicot nacional.
A la iniciativa de cerrar negocios y no gastar dinero también se sumaron convocatorias para organizar marchas y plantones afuera de las principales sedes gubernamentales en los 50 estados que conforman la unión americana.
“Estamos pidiendo a la gente que no vaya a trabajar, que no consuma, no compre y no vaya a estudiar por un día”, le dijo Carlos Arango, de la Alianza por los Derechos de los Migrantes con sede en Chicago al periódico El Universal.
“Donald Trump dice que no nos quiere ver, pues que no nos vea ese día”.
Desde el inicio de su campaña, Donald Trump ha sido señalado como racista, misógino y xenófobo debido a sus propuestas antimigración que incluyen, la construcción de un muro a lo largo de toda la frontera que comparte con México y una prohibición para entrar a Estados Unidos a todas las personas provenientes de siete países de mayoría musulmana.
Trump ha dicho que estas acciones son necesarias para proteger a su país de futuros ataques de lo que ha llamado “terrorismo islámico”. En cuanto al muro, el republicano ha dicho que los migrantes que cruzan la frontera, en específico los mexicanos, ayudará a frenar a las personas que “traen crimen, traen drogas y son violadores”, además de hacer que los empleos que realizan los mexicanos y otros latinos se queden en manos de estadounidenses. Muchos analistas coinciden en que estas políticas causarán una debacle económico en la principal potencia del mundo.
En su mayoría, los mexicanos y latinos que emigran a Estados Unidos obtienen trabajos en el sector agrícola plantando y cosechando los campos. En el sector de los servicios, la mayoría de ellos obtiene empleo como asistentes de limpieza, cocineros y otros trabajos que las personas blancas se niegan a realizar. En la mayoría de los casos, el salario que estas personas obtienen está muy por debajo de lo que otras etnias ganan por la misma actividad, sin embargo son mayores a los que ganaban en su país de origen.
A pesar de los llamados de la comunidad internacional, para que Trump cambie su política económica y migratoria, en reiteradas ocasiones se ha negado diciendo que es necesario y que incluso México se verá beneficiado con la construcción del muro y la cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte o TLC. Donald Trump también se ha pronunciado por cobrar un impuesto a las remesas que millones de latinos envían cada año a sus países de origen. En el caso de México, las remesas son la segunda fuente de ingresos, sólo por debajo del petróleo.
Durante la última semana, medios locales han reportado el incremento de redadas en muchos puntos del país en los que se ha detenido sin razón alguna a migrantes, en especial mexicanos, que han comenzado a ser deportados.
El gobierno estadounidense aún no ha emitido una posición oficial entorno a #DiaSinMigrantes.
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