Hace algunas horas, distintos medios internacionales de buena reputación como lo son The Telegraph y The Independent entre otros, publicaron una noticia dando a entender que Antonio Fernández, exdirector ejecutivo de Grupo Modelo y expropietario de la cervecera mexicana Corona, dejó parte de su inmensa fortuna, unos 210 millones de dólares, para repartir entre los residentes de su pueblo natal haciéndolos a todos millonarios de un día para otro. El millonario falleció a los 98 años el 31 de agosto de 2016 y de acuerdo con las primeras versiones de la historia, éste había dejado por escrito en su testamento que se repartieran 210 millones de dólares de su fortuna entre los habitantes de su pueblo natal, Cerezales del Condado, una pequeña población de Castilla y León en España la cual cuenta con aproximadamente 84 habitantes.
Sin embargo, todo resultó ser una mentira. De acuerdo con la recepcionista del Ayuntamiento de Vegas del Condado, “no es que el señor Fernández haya hecho una donación institucional al pueblo en su herencia. Bastante nos dio durante toda su vida. Es que le ha dejado el dinero a sus familiares, y muchos de ellos viven aquí: primos hermanos, primos segundos, sobrinos; muchos son tantos como medio centenar.Lo curioso del malentendido póstumo es que los titulares que encabezan estas notas son tan impresionantes como la biografía de Antonio Fernández, quien nació en Cerezuela del Condado en 1917 en el seno de una familia pobre de labradores y fue el undécimo de 14 hermanos. Obligado a dejar la escuela a los 14 años porque sus padres no podían permitirse costear su educación. En 1949 Fernández se mudó a México y empezó a trabajar en el Grupo Modelo como empleado de almacén descargando camiones.
Enseguida estableció una estrecha relación con el fundador, Pablo Díez, que además era leonés y tío de su esposa Cinia, impulsando su carrera hasta convertirse en uno de los directores ejecutivos de la compañía, haciendo de Corona una de las cervezas más populares no sólo de México, sino de todo el mundo.
Antonino Fernández fue el responsable de que en 1985 la cerveza Corona se vendiera hasta en Japón y Nueva Zelanda. En la actualidad está presente en 170 países.Sea como fuere, lo que es cierto es que a pesar de que gran parte de la fortuna del magnate cervecero no será repartida entre los residentes de su pueblo natal, éste ha hecha una infinidad de cosas por el pueblo que lo vio crecer como financiar toda la infraestructura que sostiene al lugar además de haber creado la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, la cual se encarga de organizar actividades culturales y de encargarse que el pueblo se encuentre en las mejores condiciones posibles.
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