Quieren un futuro mejor para sus hijos. Piensan que quizá alguien en su camino se compadecerá y los ayudará a hacer realidad sus sueños. Los padres envían solos a sus pequeños a cruzar la frontera con Estados Unidos. Otros, sin saberlo sus familiares, huyen de sus casas por la violencia y el maltrato, unos más porque fueron engañados por “coyotes”, y también están las víctimas de los tratantes de personas.La realidad de los menores no acompañados es escandalosa. Incluso la misma UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, por sus siglas en inglés) lo informó en mayo pasado: el número de niños que viajan sin acompañantes a Estados Unidos alcanzó un número histórico.Ahora, el gobierno de los Estados Unidos, encabezado por su presidente Donald Trump, planea detener a los padres y otros familiares que las autoridades consideren que intentaron introducir de manera ilegal a un niño al hacerlo viajar solo.
La decisión, como la mayoría de las que toma Trump, causa polémica sobre todo porque echa abajo la política que estableció su antecesor, Barack Obama, en la que a los menores que huían de países como Honduras, Guatemala y El Salvador, y que intentaban cruzar solos la frontera, se les reubicaba en el país con tutores.Estos tutores, que generalmente son familiares en Estados Unidos, se hacían cargo de los menores mientras se les mandaba a la escuela en lo que se les buscaba un estatus legal a través de un juicio. Con las detenciones que planea Trump, lo que pasará es que todos estos niños irán a albergues que suponen un alto costo para el Estado y quienes los ayuden podrían también ser arrestados.Además, el proceso migratorio para los niños será aún más complicado sin la presencia de alguno de estos tutores que los tranquilicen y apoyen. Dejar solos a los niños es una visión que tiene Trump para perseguir a los padres que buscan un mejor porvenir para sus hijos.
En el periodo 2010-2011, los menores no acompañados alcanzaban una cifra alarmante de 66 mil. Apenas en mayo pasado, la UNICEF confirmó que el número aumentó a 300 mil. La institución condenó a los padres al afirmar que “estamos fallando como adultos al no protegerlos. Los traficantes explotan su vulnerabilidad por motivos egoístas y los ayudan a cruzar fronteras sólo para venderlos como esclavos o forzarlos a prostituirse”.Autoridades del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), aseguraron que esta nueva iniciativa busca identificar y detener a los adultos que ayudaron a menores no acompañados y que pagaron a traficantes de personas para cruzar la frontera de Estados Unidos.Aquellos menores a quienes les hayan arrestado a su tutor serán enviados con algún familiar o los cuidarán en la Oficina de Acomodo de Refugiados, agencia federal que se encarga de la custodia de los niños. Una crisis humanitaria se refleja de nueva cuenta en las políticas de Donald Trump. Mientras UNICEF asegura que 200 mil niños pidieron asilo en 80 países entre 2015 y 2016 y 100 mil fueron detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos, el gobierno estadounidense hace lo posible para que haya menos migrantes en su territorio, no importa si estos son menores no acompañados.
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