Las nuevas tecnologías implementadas en los automóviles han logrado cosas grandiosas: los vehículos son cada vez más sofisticados. Manejados por computadoras, funcionan por sí solos aunque no se hayan encendido ni esté alguien al volante.
LADRONES CONTEMPORÁNEOS
Si los sistemas computacionales se usan exclusivamente para los fines para los que fueron creados, se puede alcanzar una vida llena de comodidades y beneficios: que tu carro se estacione solo ya es un acontecimiento normalizado y cotidiano.
Pero esas herramientas digitales que ya vienen incluidas de fábrica se han convertido en el instrumento esencial para que los recién bautizados “ladrones de alta tecnología” orquesten sus robos, exentos de las complicaciones a las que se atienen los maleantes convencionales.
Atrás quedaron las armas costosas o el riesgo de detonar alarmas estridentes. Los ladrones del siglo XXI sólo necesitan una laptop, nociones de hacking básicas y un software pirata y barato para completar sus delitos tecnológicos.
En Houston ya son 100 casos de automóviles robados con esta nueva técnica: dos hombres fueron acusados de emplear software pirateado. Michael Arce y Jesse Zelaya se enfocaban en modelos Jeep y Dodge, ya que son muy solicitados en el mercado negro mexicano.
ARMAS NUEVAS
Las hazañas de los hombres fueron capturadas por cámaras de seguridad en el garaje de la casa de una de las víctimas: usan sus computadoras portátiles con softwares piratas para hackear, manipular y reprogramar los sistemas de seguridad electrónicos para crear una especie de “llave” que les permita encender y llevarse el automóvil.
Esto ha abierto un debate entre las autoridades que revisan los casos, ahora exhortan a las fábricas que construyen vehículos con este tipo de aditamentos a tomar más y mejores medidas de seguridad.
Según lo informado por “AP”, uno de los policías en Houston, Jim Woods, afirmó que mientras se vayan instalando más computadoras, comenzarán a surgir mucho más delincuentes de este tipo que sólo requieren conocimientos y habilidades básicas para acceder al sistema.
SOFTWARES ACCESIBLES
Todos los autos robados contaban con un software común, utilizado por técnicos y distribuidores de autos en general. Es por eso que es muy difícil para las autoridades controlar los fines para los que están empleando estos softwares pirateados.
Las bases de datos en formato digital que contienen los códigos usados por empresas como Fiat Chrysler y Jeep, también son accesibles a los trabajadores de talleres de reparación de autos independientes que reemplazan llaveros.
Titus Melnyk, el director de arquitectura de seguridad de América del Norte, explica en “The Wall Street Journal” (WSJ) que cualquier individuo con acceso a la página web de los distribuidores puede recibir información como el número de indentificaicón del vehículo. Finalmente, este número los hará acreedores a un código que es aceptado por el vehículo.
A MAYOR TECNOLOGÍA MAYOR VULNERABILIDAD
Oficiales de Fiat Chrysler temen que cuando los autos se vuelven más computarizados, los dueños quedan mucho más vulnerables. Ya han tenido que mejorar sus sistemas por miedo a que los nuevos delincuentes logren ingresar en el sistema todas las veces.
Por ejemplo, según lo explicado en WSJ, el año pasado tuvieron que cancelar un software instalado en casi 1 millón y medio de vehículos porque estos “ladrones de alta tecnología” lograron acceder y controlar los motores a distancia.
En este caso específico todavía se desconoce cómo han logrado trasladar los vehículos hasta México para venderlos en el mercado negro, pues exportar vehículos robados es una hazaña casi imposible. Al parecer también las medidas de seguridad fronterizas se deberán reforzar. Mientras tanto, las decenas de clientes mexicanos recorren la ciudad en sus nuevas adquisiciones.
Las autoridades, que consideraban que un buen sistema de seguridad computarizado podría evitar el robo de automóviles a la “vieja escuela” (taladros, desactivadores de alarmas o clásicos cristalazos), hoy no saben si quiera cómo aproximarse para controlar una situación que por ser tan novedosa es inaccesible.
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*Fuente: La Jornada, The Wall Street Journal.