A pesar de que existen canciones creadas en momentos de introspección extrema que nos pueden llevar por lugares inexplorados por la realidad, hay obras completas, discos de larga duración que buscan generar una experiencia de principio a fin. Canciones inestables y experimentales que varían en intensidad y aunque parezca que la línea del disco se rompe, la curaduría de estas obras tiene una razón de ser, aunque muchas veces el receptor les da otro significado.
Discos cuyo sonido es incluso más penetrante a través del consumo de sustancias espirituosas o por lo menos psicoactivas que desenvuelven la música en una nueva esencia. Obras completas que podemos escuchar y dotarlas de un nuevo significado. Algunas veces son las letras y en otras ocasiones los sonidos creados facilitan la conexión entre la música y las drogas; en algunas más, es el proceso de creación. Estos discos son algunas recomendaciones sobre qué discos escuchar bajo el efecto de las drogas, pero para ti ¿cuál falta?
LCD Soundsystem – This is happening
A través de los años LCD Soundsystem demostró ser una banda única en la escena. Amantes de Nueva York fueron capaces de capturar su esencia para llevarla a las pistas de baile. Inesperadamente su último disco fue una obra de arte que abre con una canción que hace justicia a todo lo que la banda ha hecho y a partir de entonces es un extraño y ecléctico viaje difícil de definir en el que no se necesita más que un poco de ayuda externa para hilar las canciones en una misma sintonía y bailar toda la noche.
Tool – 10, 000 days
https://www.youtube.com/watch?v=7Ajx-ABtbVM
Considerada una de las bandas transgresoras incluso en el denominado art rock, el disco 10,000 days les valió los elogios de la critica internacional. Las canciones de más de 11 minutos de duración, los complejos sonidos producidos por una banda que hace que la gente sienta su música. Se dice que escuchar el disco de principio a fin puede causar una visión azulosa, pero quizás eso es parte de intentar entender lo que Tool quiere decir con este álbum.
Beach House – Depression Cherry
Suave y sutil. Este disco es para regresar a épocas anteriores en las que los discos se apreciaban más. En el que tirarse al piso o la cama cerrar los ojos y dejar que la música te llevara era una actividad cotidiana entre muchos. Hacerlo ahora es un lujo, pero Beach House te invita a hacerlo, y con un poco de marihuana la experiencia promete ser totalmente reveladora.
Jamie XX – In Colour
Jamie XX entregó uno de los mejores discos de 2015 y ya se encuentra trabajando en la nueva producción de The XX. Con su último álbum explora distintos ritmos, unos bailables y otros contemplativos, pero las atmósferas de cada una de las canciones contienen ambos elementos por lo que tanto con “Good Times” o “Loud Places” podemos encontrarnos sintiendo y viendo la música o también bailando en alguna pista. Si la marihuana es buena para entender este disco, el LSD puede revelarnos esos colores que menciona el título de la placa.
Oneohtrix Point Never – Rifts
El proyecto de Daniel Lopatin explora la totalidad, no hay otra forma de decirlo. Su música atrapa, asusta, te regresa a la realidad con un miedo envolvente que los sonidos que crea son capaces de infundir en ti y de pronto, con un golpe aún más severo te absorbe de vuelta para mostrarte un sonido antagónico al anterior que te calma y te deja fluir. Este disco es un viaje total sin necesidad de drogas pero advertimos que al ingerir una el efecto puede ser más intenso.
Washed Out – Paracosm
Washed Out es perfecto para esos momentos en que nuestro cuerpo siente más. Cuando nuestras terminaciones nerviosas son tan sensibles que cualquier roce con algún otro material produce una sensación nueva y extraña, en su mayoría placentera. El disco puede pasar más rápido de lo que parece al sumergirnos totalmente en el hedonismo táctil que se produce con la combinación perfecta entre música y drogas.
Swans – To be Kind
Nada se puede comparar con los clásicos intocables del rock, pero si Dark Side of the Moon no aparece en la lista es por la obviedad que resulta el pensar en un álbum tan trascendental. To be Kind tiene todos los elementos que el disco de Pink Floyd posee aunque tratados con más rudeza. Es un disco experimental cuyos sonidos (quizá más oscuros) nos hacen adentrarnos en nuestros pensamientos y explorar nuestro ser, la sociedad y la religión.
Savages – Silence Yourself
No todas las drogas son ilegales e introspectivas. Sin embargo para externar la furia, el desdén y el sosiego traducido a gritos y expresión corporal que parece no tener sentido, el disco de Savages acompañado de tu alcohol favorito en exceso puede generar ese momento catártico en el que sacamos toda nuestra ira y al finalizar el disco logramos una especie de catarsis para olvidarlo todo.
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