¿Cómo sabemos qué deseamos? Por muchos años, la necesidad de consumir todo lo que vemos se ha apoderado de la sociedad globalizada. Vivimos a través de falsas necesidades, de pensar que todo lo que vemos en la televisión y en los carteles publicitarios lo necesitamos. Creemos que nada es irremplazable y que cuanto más tengamos, mejor posición económica tendremos. Nuestros amigos, pensamos, verán nuestras riquezas y caerán rendidos a nuestros pies. Aquello que anhelamos, la felicidad inalcanzable que soñamos, está un poco más cerca debido a que por fin, logramos comprar la ropa de moda o el producto deseado.
Pero hay pequeños placeres que tenemos sin gastar grandes fortunas: la ternura de un animal, el juego preferido de nuestra infancia, oler pasto húmedo, comer la comida más grasosa o ver el mar por primera vez se convierten en pequeños lujos que si pudiéramos tener a diario, nos harían sentir las personas más alegres que hay sobre la faz de la Tierra.
Ir con esa alegría por la vida es complicado, sobre todo si pensamos que la globalización agota cada vez más nuestra individualidad y nos convierte más en robots con pulso y un poco de conciencia. Queremos salir del estándar pero nos convertimos en parte del patrón. Aun así, intentamos disfrutar cada instante y lograr que nuestra vida se convierta en un reflejo de nosotros.
Existen algunos productos que nunca nos cansaremos de ver, que envidiamos con gracia y sutileza porque sabemos que si los tuviéramos un poco más a nuestro alcance, seríamos un poco más dichosos. Te damos algunos ejemplos de pequeñas cosas que harán tu vida más entrañable.
Un sacacorchos y destapador con la forma de un pirata.
Haz tu vida en la cocina más productiva con este cortador de ajos instantáneo, para que tus manos no queden olorosas.
Guarda todos tus archivos en un USB divertido. Este, por ejemplo, mueve la cola.
Cuelga tu ropa o lo que necesites con estas pinzas que tienen a tus personajes de circo favoritos.
Disfruta tu té con esta jarra que tiene todos los utensilios que requieres para darle sabor a tu bebida caliente.
Un poco de cinta y tijeras para hacer más eficientes todas tus tareas.
Mide la temperatura de tus seres queridos o la tuya con este termómetro mucho más sencillo de leer, todo en tu celular.
Un dispensador de jugo de naranja como si fuera un garrafón, pero pequeño.
Haz trocitos perfectos de mantequilla con este dispensador.
Ahorra espacio en tu hogar con este sillón que se convierte en litera.
Disfruta tus papas fritas en tu automóvil o en cualquier lugar con este utensilio que incluso tiene un espacio para poner la catsup.
Seguro querrás este termo que te permite guardar todas tus pertenencias como dinero, credenciales y llaves.
Si eres un fanático de explotar burbujas, puedes hacerlo por siempre con este aparatito que las vuelve a formar.
Seguramente necesitarás esta almohada en la que puedes meter tu brazo y no sentir que debes amputarlo porque está dormido.
Cambia tus apagadores por este que parece un piano y haz que tu hogar tenga estilo.
Si tu casa es la anfitriona de los amigos más alcohólicos, deberías pensar en conectar tus bebidas a una llave de agua, como en este ejemplo.
Haz fondue donde quieras con este pequeño y práctico utensilio.
Puedes ponerle el case perfecto a tu celular y jugar con él en los momentos de ocio.
Añade este compartimiento a tus paredes para guardar la basura que barras.
Una cabecera en forma de papas fritas que puedes quitar y hacer lo que quieras con ella.
Si estás harto de que el vapor salga por todos lados en tu olla, ponle esta tapa en forma de submarino.
Imprime tus fotografías al instante si eres un fanático de tenerlas a la mano.
Si tu gato es importante para ti, deberías pensar en darle su espacio, tal vez con esta hamaca debajo de ti.
***
Te puede interesar:
24 ideas para decorar tu hogar sin gastar