Texto escrito por Gonzalo Tow Bautista
Disclaimer: No se pretende fomentar la difusión de la práctica de poner apodos, it’s so 20th Century. El artículo tiene miras a alentar una revisión historiográfica de la construcción de argumentos para la conversación en torno al ejercicio creativo del lenguaje.
Al crítico de arte Lucien Solvay (1851-1950) se le atribuye una de las declaraciones más brillantes en la historia del arte. Ante el cuadro La familia de Carlos IV de Francisco Goya, afamado pintor del romanticismo español, pudo describir a los retratados como “La familia del panadero que acaba de ganar la lotería”.
La aseveración es genial, ya que hace un comentario sobre su complexión física, su vestimenta, sus peinados, el exceso de ornamentos de la composición y el sentimiento político de la época en que el cuadro fue hecho. Se develan en el comentario no sólo las intenciones del crítico, sino que recoge el sentimiento del artista al equiparar a la familia real con comerciantes de a pie en un día de suerte.
El rostro esponjoso del Rey Carlos IV y el vientre abultado como la masa inflada por la levadura de la reina Maria Luisa de Parma se suman al color de su piel, blanca como el pan de trigo, y a los brazos regordetes en forma de baguettes del resto de la concurrencia para hacer una comentario rico en alusiones visuales, que describen al conjunto mejor de lo que lo harían otro tipo de mercaderes como un verdulero, un tendero o un carnicero.
Lo de “día de suerte” es una mención antimonárquica. El cuadro no se presenta a los personajes al usar símbolos de poder, cosa común en los retratos oficiales, sino que sólo los muestra llenos de joyas y condecoraciones, actitud muy de nuevos ricos. Que estén como en “día de lotería” refiere a la lotería de la vida. Esta familia es privilegiada porque nació dentro de una línea de descendencia específica. Ellos son como sus súbditos, sólo que con mucha suerte. Goya no los representa como seres divinos o iluminados, esto ha sido interpretado como un guiño del retratista a las ideas de la Ilustración.
Este rescate de temas que interpretó Solvay en el cuadro dio a una obra de 1800 vigencia en el siglo XX. Es por eso que un crítico de arte o, digamos, un buen apodista abreva de la multidisciplinariedad para nutrir su quehacer creativo, por eso, te presentamos los siguientes puntos claves que debes contemplar para convertirte en uno:
Referencias visuales
La declaración es graciosa, ya que es notorio de qué elementos se enriquece la visión del crítico. Una vez que hemos escuchado el apodo no podemos ver al sujeto de la misma manera.
Buscar la(s) palabra(s) justa(s)
La palabra debe ser tan específica como para que no quepa duda de a qué nos referimos, pero tan sencilla como para que todo quien la oye la comprenda sin tener que ir a la enciclopedia.
Buscar en el pasado
No tengas miedo a buscar una referencia vieja para dar en el punto débil.
Decir que alguien más lo dijo
Yo sólo digo jocosamente lo que Goya plasmó con tanta sensibilidad en su obra.
Be woke
Hay cosas que no son chistosas. Hacer comentarios sobre aspectos sensibles nunca es divertido.
**
Si amas el arte y de manera constante asistes a exposiciones, noches de museo y te relaciones con artistas, entonces debes saber que el cine también contribuye a tus conocimientos, por eso, estas 9 lecciones de arte sólo las entenderás a través de las películas.