Es momento de empezar a ver hacia adentro para entender que también son valientes aquellas mujeres que resisten y no sólo las que toman las calles con hambre de justicia y respeto.
Zoe Joffre, activista, conductora y fundadora de ‘Somos humanos’, agradece a su madre, su abuela, tías y a todas quienes dejaron sus sueños de lado para hacer realidad el de ella y el de las nuevas generaciones.
“El que ellas resistan hace mujeres más fuertes o al menos es lo que yo vi. Gracias a su resistencia, hoy soy quien soy. Esta lucha es para ustedes, para que algún día, cuando estén listas, se nos puedan sumar”, dijo en entrevista.
Hoy, Zoe marcha con el deseo de que el mundo deje de enfocarse en las diferencias y comience a ver las coincidencias, porque “somos seres humanos, y todos merecemos el mismo respeto”.
¿Cómo definirías al feminismo actualmente?
El feminismo tiene tantas formas de ser como existen mujeres en el mundo. No es algo estático o lineal, varia mucho dependiendo el espacio geográfico que habitemos, el cuerpo que habitamos. Es este movimiento que nos atraviesa a todas las mujeres de todas las culturas, de todas las edades. No hay definición para el feminismo actual. Quienes habitamos hoy, lo vemos desde diferentes trincheras y lo vivimos en diferentes niveles.
¿Qué cambios ha habido con el movimiento feminista para las mujeres trans?
Me pongo a pensar en lo que vivieron nuestras abuelas, bisabuelas y lo que vivimos hoy, o en especial yo, que soy una mujer trans. Hace no más de 20 años, la vida que tengo no sería posible si no hubieran existido mujeres feministas que lucharan por mis derechos, o mujeres trans que hayan caído en el intento por ser reconocidas como mujeres y ocupar espacios destinados para mujeres.
El feminismo nos ha ayudado a poder mirarnos como pares entre seres humanos, no del todo, pero sí creo que las niñas que habitan el planeta el día de hoy, tienen esta visión de que son valiosas, que no necesitan de algún hombre para poder ser y existir.
Está más chido que te enseñen a soñar a que te enseñen a servir. Espero que estas realidades que vivimos hoy, sean las bases para las siguientes hasta que la resistencia ya no sea necesaria, podamos salir seguras, hasta que podamos regresar sin miedo a nuestras casas, hasta que no nos toquen sin permiso, que no nos traten como un objeto, hasta que no sexualicen nuestros cuerpos hasta el cansancio, que minimicen nuestras capacidades por nuestro género, hasta ese momento, probablemente la conversación deje de existir.
Yo espero que las que siguen, lleven el feminismo a ese punto.
¿Cada mujer merece un trato distinto?
La manera en que debemos ser tratadas, sin importar nada más, es con dignidad, respeto, respetando nuestros límites y no imponiéndonos condiciones.
No es que merezcamos un trato especial, pero sí las mismas oportunidades, que la niña que nace en una comunidad, tenga la misma que nace en la ciudad. Que tu género, preferencia sexual, color de piel o talla del cuerpo, no defina las oportunidades, que el sistema te dé las herramientas para lograrlo.
El trato que cada una quiere recibir debe ser respetado. Merece respeto la que quiere dedicarse al trabajo sexual, como la que quiere criar unos hijos. Que lo anterior no ponga en riesgo su seguridad, vida, ni la cuerpa.
“La violencia de género atraviesa a todas”
Trabajando en el activismo, me di cuenta que estaba rodeada de un sistema patriarcal, en donde sólo los hombres opinan, tienen acceso al poder. Ahí fue donde entendí que no porque me guste arreglarme, esté casada o quiera formar una familia, no porque soy trans y trabaje en fundaciones o sea activista, no significa que la violencia de género no me atraviese.
La vida me está llevando a entender el feminismo no como unas normas, sino cómo mirar a la otra para guiarla en su camino
Mi mamá, mi abuela, mis compañeras, mis vecinas, todas estamos viviendo esta lucha diferente y no está chido que entre nosotras nos juzguemos, ya demasiado el mundo lo hace como para que todavía nos juzguemos entre nosotras.
¿En qué se basa tu lucha feminista?
Mi visión para desde dónde trabajar el feminismo este año es ser empática con la vida de las otras, de que a lo mejor yo no la vivo, no la entiendo, pero tengo que respetarla.
Debemos entender que el sistema no nos favorece y que yo siempre he dicho, este es un mundo hecho por hombres y para hombres.
¿Por qué decidiste salir a marchar por primera vez?
La primer marcha a la que yo fui, fue una antes de la pandemia, me motivó el darme cuenta que todas somos vulnerables.
En 2019, cualquier mujer podía decir que había sido violentada de alguna manera y el darme cuenta que había mujeres más jóvenes… Yo viví violencia sexual a los 16 años, en las calles he sido tocada, en mi trabajo estaba empezando a experimentar esta violencia de género en donde no se me permitía opinar, la fundación en la que participaba, me hacía sentir y me confirmaba que sólo valía por mi físico.
Me decían que la gente, las empresas que me apoyan, solo lo hacían porque ‘soy bonita’. Esos comentarios me llenaron de rabia diciendo: “No, no es cierto, yo valgo y quiero que más mujeres trans sepan que valen no sólo por su físico, sino por su trabajo, su esfuerzo, por quienes son”.
¿Cuál es tu principal objetivo como feminista?
El mundo juzga mucho a la comunidad trans, pero la sociedad no nos da la oportunidad. Las mujeres estamos expuestas a mucha violencia y a eso le sumas la violencia que vives por ser trans, así que siempre desde donde yo esté, voy a hablar de la importancia de apoyarnos entre mujeres.
No puedo hacerme de la ‘vista gorda’ porque han habido muchas mujeres que me han apoyado como Ale Bogue, que también es una mujer trans, además de maestras, activistas y otras personas.
Yo he sido una mujer muy bendecida en que otras mujeres me han apoyado. En donde yo me pare, no sólo el 8 de marzo, siempre hablaré del apoyo que debe haber entre las mujeres.
Consejo para quienes se suman a la lucha feminista
No sólo allá afuera hay gente que sufrió, también adentro, hay que escuchar a nuestras mamás, hermanas, tías, y enseñarles no a resistir, porque han resistido todo este tiempo.
Como jóvenes queremos enseñarles la resistencia a mujeres cercanas y creo que debemos de aprender de la fuerza de ellas para sobrevivir tiempos donde su opinión no importaba, debemos agradecer el que abandonaran sueños para nosotras poder tenerlos.
Debemos de dejar de juzgar la forma en cómo ven el mundo hoy porque ellas lo ven desde lo que les tocó vivir, un mundo el doble de agresivo de lo que es ahora.
Aprender de esa fuerza y no repitamos como las conductas alimenticias y estereotipos que no están chidos porque la vida es cíclica y si bajamos la guardia se puede entender que, “ya logramos esto, hay que pararle aquí”, y no repetir patrones que alimentan la violencia de género.
La fantasía de Zoe en el feminismo
Joffre dice que su fantasía sexu*l, porque quiere que se la cumplan, no tiene nada qué ver con fetiches, sino más bien con “que haya justicia y respeto para todas las mujeres”.
Además, les recuerda a todas esas mujeres que deben hacerse de un personaje fingiendo ser alguien más que, “no las juzgo, que las entiendo, yo también he estado ahí, en ese lugar en donde te da miedo decir quién eres, de dónde vienes, lo que piensas. Creo que se requiere de más valentía vivir en esas situaciones que salir”.
“Es más valiente resistir, no tienen la obligación de nada, no se lo deben a nadie y no se deben sentir culpables por lo que están viviendo porque es lo que pueden hacer ahorita. Les diría que no están solas y que aquí afuera habemos personas que las entendemos”.
Más sobre Zoe
A Zoe la puedes encontrar en Instagram como zoejoffre, donde vemos a una mujer que se ha formado no sólo como actriz, productora, conductora y activista, sino también como ser humano.
Joffre, después de marchar por primera vez sintió que algo le faltaba cuestionándose sobre qué es lo que seguía: “¿Ahora qué voy a hacer?
La pregunta no quedó en su mente. Ella decidió que su mensaje debía llegar a más mujeres y desde su trinchera, que son los medios de comunicación, decidió recordar a todas que “valen por quienes son, por sus palabras y no por cómo lucen, y sobre todo, que sin importar nada, debemos reconocer la lucha de otras”.
“Yo quisiera que mi locura de mujer hippiosa, revolucionaria, resistente y resiliente, sucediera, que al menos pueda verlo en mi cercanía”.