“Puta… Tú no tienes futuro”.
“Kill Bill Vol. 2” (2004)
Uno de los temas más extraños que el cineasta Quentin Tarantino abordó en “Kill Bill” –cinta que hace homenaje a las tradicionales historias de Samurais japoneses– es el “toque de la muerte”. Beatrix Kiddo (o “la novia”) aprende la táctica de un sensei que Bill le asigna y consiste en distintos movimientos de golpe de karate en el pecho que resultan en el cese del funcionamiento del corazón del contrincante, logrando así eliminarlo con una simple secuencia de impactos. El movimiento, que se convierte en una parte importante del clímax de la historia de Kiddo, le asegura la paz y además, despertó un interés en la población de intentar el “juego” a pesar de que suena casi imposible de hacer. Aunque la realidad es diferente.
El hecho de que la acupuntura china tome como concepto el hecho de que, si se crean ciertos estímulos en distintas partes del cuerpo, se pueden optimizar distintos órganos, nos ayuda a entrever que los asiáticos encontraron la forma también de alterarlos de forma negativa. El concepto es conocido como “dim mak o “dianxué” y tiene una estrecha relación con la técnica medicinal y establece que si se atacan distintos puntos de presión y meridianos, se puede incapacitar a alguien hasta el punto de quitarle la vida. Existen pocos datos científicos que confirmen que se haya logrado y aún existe debate sobre cómo sucedería.
La técnica ha llegado a distintas partes de la cultura popular y el interés por ella creció en los años 60 junto con el karate. Distintos peleadores han afirmado que han logrado el golpe y no han sido culpados porque es imposible de “rastrear”. Incluso, cuando falleció el representativo actor Bruce Lee, algunos rumores que decían que había sido víctima del toque de la muerte comenzaron a circular. Los reportes indicaban que Lee sufrió una reacción tardía de un dim mak al momento en que cayó inconsciente. El actor había tenido dolores de cabeza que no tenían antecedentes. Su cerebro se inflamó durante una grabación y para cuando llegó al hospital ya había muerto. No fue sino hasta 2005 que se reveló que falleció por una reacción alérgica a una sustancia que está incluida en los analgésicos, pero aún se debate sobre qué causó sus jaquecas.
En los 90, un practicante de artes marciales llamado Taika Seiyu Okata comenzó a vender la idea de que había desarrollado “la pelea por puntos de presión” que se enfocaba precisamente en el toque de la muerte. En occidente, otro hombre llamado George Dillman creó algo similar y algunos aseguraban que ambos tenían el método resuelto, pero cuando declararon que ya se podía asesinar a alguien incluso sin tocarlo, sus bases se disolvieron al notar el claro fraude al que estaban siendo sometidos.
Podemos encontrar decenas de ilusiones como ésta, sin embargo, el Karate y la gran mayoría de las artes marciales no sirven sólo como ejercicios físicos, sino que consideran distintas ideologías, pensamientos, técnicas. Detrás de cada una existe una historia que presenta al ser como un elemento completo y al analizarlo revela sus fortalezas y debilidades. Si la acupuntura identifica lo mismo, no es imposible causar daños fuertes con unos cuantos golpes, de eso se tratan esas materias, por eso su clasificación como “arte”.
Bruce Lee mostró lo anterior y eso le añadió interés a los rumores sobre su muerte. El actor y experto en artes marciales tenía una técnica llamada “One-Inch Punch” (Golpe de una pulgada) que, como su nombre indica, a una corta distancia logra crear fuerte daño en el contrincante con una fuerza aproximada de 153 libras. Eso causó asombro, pero los “Mythbusters” (encargados de confirmar mitos) demostraron que no es tan efectivo como un golpe normal que genera 325 libras. El movimiento de Lee parece fuerte, pero sigue siendo muy leve para matar a alguien con un solo golpe.
Si mezclamos las previas relaciones, podríamos mencionar una frase de la serie de Doctor Who que dice “Nada es imposible, sólo es poco probable”. Que un solo golpe no humano detenga el funcionamiento del corazón o del cerebro es posible, un puño no parece tan lejano, simplemente debe ser la técnica apropiada. En años recientes no han sido tan relevantes aquellos que afirman conocer la forma de lograrlo; el más reciente fue Erle Montaigue, quien falleció en 2011, demostrando una vez más que el interés que causan los pequeños mitos de los que se apropia la cultura pop se disuelven con el tiempo.
Quentin Tarantino, junto con más creadores, nos recordó ese tipo de leyendas y presentó una típica historia de artes marciales asiática. El toque de la muerte, o alguna de las distintas formas en las que es llamado, no suena tan imposible de realizar pero sólo un verdadero experto podría realizarlo. Mientras se descubre seguiremos dudando sobre la muerte de Bruce Lee y el mito de nuevo despertará para un mundo ansioso en saber si es tan fácil matar a alguien o si debemos seguir esperando a que el destino haga lo suyo.