La lucha que sostiene Guatemala es admirable por su sentido de justicia social, la intolerancia al ultraje de los bienes públicos y el repudio al conflicto de interés de sus gobernantes, pues siempre va primero el interés del pueblo. El logro más grande fue la destitución del ex presidente guatemalteco Otto Pérez en 2015, así que hoy miles piden la cabeza del actual mandatario, Jimmy Morales.
Otto Pérez siendo encarcelado *Foto: yahoo news
A lo largo de este mes, la lucha contra la impunidad se manifestó en las calles de la ciudad capital, un suceso que desde agosto de 2015 no se veía. Jimmy Morales Cabrera es el ojo del huracán de la inmunidad política, así que ahora los guatemaltecos buscan su juicio por corrupción, crisis política y el desmoronamiento institucional, que han propiciado el aislamiento guatemalteco del resto del mundo.
¿Por qué el pueblo guatemalteco exige la renuncia de Morales?
La disputa política está encabezada por la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (CICIG), organismo reconocido por la ONU y que en conjunto con el Ministerio Público guatemalteco presentará la solicitud de enjuiciamiento por presunto conflicto de interés.
«Por la presión popular y con la CICIG encima de Morales, el presidente pierde cierta inmunidad y privilegios», explicó el sociólogo y columnista Gustavo Berganza. El conflicto de interés se da porque el presidente arremete contra quien lo está persiguiendo: el pueblo. La estrategia de Morales es debilitar al CICIG legislativamente para evitar su desafuero y destitución.
Jimmy Morales *Foto: teleSur
Las acusaciones de corrupción contra Morales surgen de una investigación del Ministerio Público en contra del hermano e hijo del presidente por obtener beneficios económicos de una presunta red de defraudación aduanera millonaria a costa de su postura política, además de que un grupo de legisladores cercanos a Morales están interesados en debilitar e incluso desmantelar al CICIG, tal y como explica Berganza.
«En dicho grupo se encuentran diputados y empresarios quienes ya tienen un historial sospechoso relacionado con fraudes y violaciones a los derechos humanos», resaltó el sociólogo.
La lucha social
Después de la caída de Otto Pérez, los poderes judiciales, con el apoyo del repudio popular a la corrupción, se despertó una intolerancia ante cualquier sospecha de malversación de cargos públicos en Guatemala.
Incluso la Corte Constitucional de Guatemala rechazó el amparo que interpuso Morales ante la denuncia de conflicto de interés. «La presión social y la CICIG pueden arreciar la destitución del ejecutivo», explicó Álvaro Montenegro, miembro del colectivo ciudadano: “Justicia Ya”.
Aún existen elementos jurídicos para que Morales revierta la decisión de la Corte Constitucional, por lo que no se sabe con certeza si el juicio político avanzará, ya que debe ser aprobado de manera definitiva por el Congreso de la República, en el que varios peldaños están ocupados por la bancada oficialista de Morales.
*Foto: CDN Digital
«De hecho existe una alta posibilidad de que Morales pueda revertir su situación político-jurídica», opinó Gustavo Berganza.
La alternancia guatemalteca teme que el poder político recaiga en las viejas élites de poder, un país donde la CICIG denunció el financiamiento de las campañas electorales a través de flujos monetarios originarios en el crimen organizado con el fin de manipular el estado de derecho.