El nacimiento de Alicia en el País de las Maravillas surgió tras un paseo que Lewis Carroll dio con uno de sus amigos. Juntos llevaron a las tres hermanas Liddell (Lorina, de 13 años; Alice, de diez y Edith, de ocho) a pasear en barca por el Támesis. De acuerdo con los relatos del propio Dodgson, de Alice Liddell y de Duckworth, el autor improvisó una narración que entusiasmó a las niñas, especialmente a Alice. Después del paseo, la pequeña le pidió que escribiese la historia. Dodgson pasó una noche componiendo el manuscrito y se lo regaló a Alice Liddell en la Navidad siguiente.
Alicia en el País de las Maravillas fue el título que dio fama al autor inglés, pero su carrera creativa abarcó también la fotografía, la ilustración, la poesía y, en las ciencias exactas, las matemáticas. A pesar del gran reconocimiento que le significó Alicia… Lewis Carroll llegó a desear “jamás haber escrito el texto” debido a la fama que éste y su secuela le dieron, y que él detestaba.
Así lo revela una carta inédita del autor -cuyo verdadero nombre era Charles Dodgson- fechada el 9 de noviembre de 1891, y que será subastada por la casa Bonhams el próximo 19 de marzo.
De acuerdo al diario Abc, Carroll nunca concedió entrevistas ni daba autógrafos; el escritor era muy celoso de su vida privada.
“Toda esa clase de publicidad hace que extraños vinculen mi nombre con esos libros, me miren, me señalen y me traten como a un león”, dice en la carta. “Odio tanto todo eso que a veces pienso que ojalá no hubiera escrito ningún libro”, escribe a su amiga, la señora Symonds.
Se espera que el manuscrito alcance los 4 mil 900 euros.
Con información de El Universal.