Una empresa privada mexicana opera ductos que transportan combustible, que en 14 años jamás han sido ordeñados por los llamados huachicoleros, gracias a una tecnología que también tiene Pemex.
Este sistema “anti huachicoleros” detecta cualquier cambio de presión en los ductos, uno de los principales y más fáciles síntomas de que alguien perforó la tierra porque está robando gasolina.
Con esta deducción es como el periódico Reforma tituló al reportaje en su primera plana “Pemex facilita el robo de su propio combustible”, ya que pese a tener la misma tecnología, a la paraestatal parece no funcionarle.
Tan sólo en el actual sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, Petróleos Mexicanos (Pemex) reporta pérdidas de 100 mil millones de pesos por el robo de combustible.
*Foto: Debate.
Si los dedos no te alcanzan para contar, la cifra representa más del doble del presupuesto que cada año le da el gobierno a la UNAM, que no rebasa los 41 mil millones de pesos o tres veces la deuda que dejó Humberto Moreira en Coahuila.
La tecnología que podría blindar a los mexicanos para evitar el robo de combustible se llama Sistema de Control y Adquisición de Datos (Scada), que a la compañía privada Fermaca le ha funcionado de maravilla.
En los ductos de Fermaca, en cuanto identifican cambios de presión, acude su personal a revisar el sitio y evitan el robo de gasolina. En cambio, algo pasa en Pemex porque ellos optan por no cerrar el flujo de combustible.
Durante los primeros seis meses de este 2017, Pemex reportó que encontraron 5 mil 75 tomas clandestinas de donde los huachicoleros se robaron gasolina y la revendieron hasta en la mitad del precio comercial.
El director general de Pemex Logística, Ignacio Aguilar, aclaró que el Scada no es efectivo con la paraestatal porque identificar un cambio de presión no basta y no permite ubicar el punto real de la toma clandestina en una red con 30 mil kilómetros de ductos.
*Foto: Sin Embargo.
Este mismo diario accedió a más información sobre la tecnología, cuando Pemex le aseguró a la Auditoría Superior de la Federación que este sistema no fue eficiente ni confiable en sus ductos.
Ante esa opinión, el director de Fermaca defendió la tecnología, aseguró que te da mucha información y “a menos de que tú no la quieras ver”. La duda de por qué a ellos sí les funciona para evitar el robo de combustible y a Pemex no, aún es incierto.
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