Paz, amor y arte.
Gatos, humanos, familia y la libertad de elegir lo que quieres.
El bienestar y el reposo que aún se pueden encontrar en el mundo, a pesar del clima de incertidumbre que nos rodea.
“Good vibrations”, como cantaban los Beach Boys en 1966.
Las siguientes ilustraciones te transmitirán estos sentimientos y, seguramente, mucho más, ya que el arte de Kelly Bjork recrea lo positivo y hermoso que anida en la vida cotidiana del ser humano: «Quiero mostrar la dulzura que se puede experimentar en este mundo. Con nuestro clima actual, creo que es importante tener estos momentos, para recordar que existen. Me ayuda a mantenerme cuerda, sabiendo que hay bien por ahí».
Escenas cotidianas que forman parte del universo personal de Kelly Bjork, pero que también hablan por los que luchan por una vida pacífica. Quienes disfrutan de los mejores momentos en compañía de su pareja, de sus padres, de sus vecinos, de sus mascotas; en particular de los gatos, criaturas que pueblan constantemente la obra gráfica de la artista. Ella se confiesa amante de estos animales: «Amo a los gatos. Para mí, son criaturas muy honestas con las que tenemos el honor de convivir. Si no quieren que les toques o molestes, te rasguñarán y morderán. Me parece gracioso cuando la gente se molesta por esto porque me pregunto cómo reaccionaría ese ser humano a alguien que los tocara de una manera que no les gusta. A diferencia de la mayoría de los perros (a quienes también adoro), aprecio que nosotros tenemos que trabajar para ganarnos el afecto de los gatos. Si quieren interactuar contigo, lo harán. Si no es así, hay que dejarlos ser. Así que para mí, los gatos representan nuestra verdad instintiva y por eso los respeto mucho».
No sólo los gatos pasan un gran momento en el mundo creado por Kelly Bjork. Los humanos que los acompañan también se empapan de amor por estos animales y por un estilo de vida bohemio, relajado, hogareño; mismo que osa de una calidez que te hace valorar la atmósfera de placidez del hogar y la importancia de las pequeñas cosas que te rodean. Los gestos, las posturas y la alegría natural de cada uno de sus personajes destacan como elementos principales de sus obras.
La artista dice: «Yo diría que la otra gran inspiración para mi trabajo y deseo de crear sería el ser humano en general. ¡Hay tantos tipos diferentes de seres humanos asombrosos, hermosos y diversos! Son una fuente de inspiración sin fin y con estilos únicos, personalidades y la forma en que eligen expresarse. Especialmente aquellos que no encajan en el cuadro que la sociedad ha hecho. ¡Fuera las normas, quiero la originalidad!»
Esas tardes soleadas y silenciosas de un domingo en un suburbio de los Estados Unidos o la reunión entre colegas un sábado por la noche y demás escenas por el estilo son las que Bjork nos regala. Todas éstas nos hacen pensar cómo es vivir en los Estados Unidos durante la época actual, aquejada por una situación política por demás polémica.
«Estoy verdaderamente agradecida por la libertad y la oportunidad que los Estados Unidos tienen para ofrecer, especialmente viviendo en Seattle, Washington, y no lo tomo por sentado. Sin embargo, sé que nuestro país tiene un largo camino por recorrer en el sentido de las igualdades civiles y de género, lo que es frustrante. Estados Unidos es en última instancia un sistema patriarcal, el cuál es horrible y me encantaría verlo desmantelado. Y estoy realmente avergonzada por nuestro actual presidente (no puedo incluso escribir su nombre) porque él está moviendo al país al revés. Es triste verlo y por ello estoy llena de una gran sensación de desesperanza».
Pese al panorama poco alentador que no sólo está instaurado en los Estados Unidos, sino en gran parte del mundo, el arte es capaz de aportar una dosis de esperanza, libertad y felicidad al espectador. En particular a los que gozamos de la suerte de ver a una artista que, lejos de buscar la parte oscura del mundo, atrapa la luz y la obsequia a quien quiera tomarla: «Con mi trabajo, me concentro en las pequeñas felicidades que se pueden encontrar en el día a día, porque es a través de esos momentos que soy capaz de avanzar cada día y hacer mi parte para crear una sociedad mejor, incluso si es una cosa pequeña como hacer una pintura».
Aparte del arte, los gatos y la inquietud por transmitir sentimientos de alegría, Kelly Bjork tiene otro gran amor: «He estado involucrada con la danza, específicamente ballet clásico. Hice ballet de los 3 a los 18 años. En realidad era todo lo que tenía tiempo de hacer fuera de la escuela. Al salir tomé un descanso de 2 años y me di cuenta que realmente extrañaba bailar, ¡así que tomé clases para divertirme! Han pasado unos años desde la última vez que fui a una clase, pero tengo un profundo amor por el ballet que estoy segura de que siempre volverá. Mientras tanto, ¡me gusta ir a todo tipo de espectáculos locales de danza!»
Kelly Bjork es una artista de origen estadounidense radicada en Seattle, Washington. Para que conozcas más acerca de su obra, puedes visitar su página web oficial o su perfil de Instagram. Las imágenes que acompañan este artículo han sido extraídas de ambas páginas.
«Mi trabajo definitivamente documenta mi vida. Es más natural para mí pintar lo que está más conectado conmigo y eso inevitablemente termina interactuando de manera más personal con otros seres humanos», concluye.
Cultura Colectiva agradece profundamente a Kelly Bjork por su tiempo para conceder esta entrevista exclusiva.
Las imágenes hechas por mujeres tienen un poder increíble y enigmático que nos encanta descubrir una y otra vez para explorar sentimientos de diversas características. Estas ilustraciones que entenderán las mujeres que han perdido la cabeza por amor son claro ejemplo de ello, al igual que las ilustraciones que nunca entenderán las mujeres que no se aman a sí mismas.
